lunes, 22 de junio de 2015

Gastronomía y relax

Donde la naturaleza impone su hegemonía y el individuo es un mero espectador de la magna belleza que le rodea, allí se encuentra el lugar gastronómico que visitamos en el día de hoy. Ese paraje no es otro que  Donamaria'ko Benta. Y como su nombre bien indica, se encuentra en una muy pequeña, pero muy bella localidad de dicha localidad del norte de la provincia de Navarra. Por tanto, podremos disfrutar de interminables paseos en dichos parajes, después saborear delicados manjares en este espacio gastronómico y, finalmente, reprimir nuestra fatiga en las coquetas habitaciones que regentan los propietarios del restaurante.





Con el fin de no romper con el entorno, el lugar escogido por los propietarios para nuestro gozo gastronómico es, como no podía ser de otra manera, una preciosa casa de piedra del siglo XIX restaurada, donde el ambiente rústico predomina en todos y cada uno de los lugares: radios viejas de madera, lámparas de tela, óleos sinceros, bustos de escayola e incluso ¡la mecedora de la abuela! Si bien el espacio no es muy amplio, está realmente bien aprovechado, puesto que hay lugar para dos salas, una de ellas acristalada, para que el comensal tenga un ojo en el plato y otro en la inmensidad del paisaje.






En cuanto a la gastronomía, ¿qué podemos decir? Cocina tradicional navarra influenciada por la modernidad de la cocina vasca y francesa. Por ello, disponen de varios menús que se van modificando con el calendario, aprovechando de este modo los productos más estacionales e incorporando platos innovadores. Nosotros optamos por saborear varios productos y comenzamos con un tradicional foie, pero el cual iba acompañado de una salsa de frambuesa casera espectacular.



Más. Volován con bechamel y hongos. Ya ven, simbiosis de cocina francesa, volován -indiscutible origen francés el de este popular hojaldre relleno-, y hongos -cuna de este manjar, cual sino que el norte de navarra-. Resultado: magnífico. El riesgo a que pudiera resultar un poco pesado quedó eliminado con el primero de los bocados. Por tanto, mis más sinceras felicitaciones.




Y como último entrante, algo más ligero: ensalada de aguacate y txangurro. Una vez más, guiño a la cocina vasca y más concretamente a la cocina guipuzcoana, dado que es en dicha provincia donde el txangurro es elemento esencial de muchas cocinas. A destacar de la ensalada, sobre todo, este último. Sin tropiezos, fresco y sabrosísimo.




Los platos principales sencillos, pero ricos, cumplidores y efectivos. Por un lado, filete de rodaballo con piparras rebozadas. Me voy a detener un poco en estas últimas, porque además de que estaban realmente deliciosas, me gustaría presentarlas para aquellos que desconocen su existencia. Simplemente decirles que se trata de una guindilla vasca fresca, la cual apenas pica e incluso se le llega a llamar langostino, lo cual deja muy bien a las claras que es pura delicatessen. Por cierto, no se preocupen, del pescado; no me olvido, ni mucho menos. Fresco 100%.



La carne, igualmente, deliciosa: solomillo de ternera en su jugo, con su crema y patatas caseras. De la carne no dudamos en ningún momento. Sabíamos que la ternera navarra era top, y así resultó; no nos defraudó en absoluto, cumpliendo con creces las ya de por sí elevadas expectativas.





Finalmente, el postre fue una buena elección. Qué mejor que una degustación de tartas para poder reconocer de un vistazo su arte en la repostería. Entre todas ellas, yo destacaría la tarta de queso, si bien no hay que dejar de mencionar la de naranja amarga, porque doy fe que se trata de un lugar en el cual trabajan de maravilla esta fruta.




Descanso, relax, armonía, gastronomía y placer. Todo eso es Donamaria'ko Benta.



Última visita: 20/06/15

Barrio de Las Ventas, 4
31750 Donamaria (Navarra)

948 45 07 08

jueves, 18 de junio de 2015

Magia con la mejor materia prima

Regresamos con nuestra sección Joyas gastronómicas para presentarles un auténtico tesoro de la gastronomía actual. Ese no es otro que el el asador Gure Txokoa, sito en la bella, sosegada, tranquila y placentera localidad guipuzcoana de Zarautz. Lo primero que hay destacar es la enorme capacidad de la pareja que lleva las riendas del local; por un lado, ella, Elena Aizpurua, la cual, además de ser una auténtica experta en dominar todo lo relativo a una sala, es la amabilidad y dulzura personificada. Por otro, un joven, pero experto cocinero ya, como es el zarauztarra Joxe Mari Mitxelena, muy amante del entorno cercano, tal y como lo demuestra en su cocina diaria.







En lo que respecta al local en sí, es un espacio realmente acogedor. Uno tiene la sensación de que se encuentra en una especie de bodega, gracias a su techo abovedado, y todo el ladrillo caravista. La madera y el mencionado ladrillo son los auténticos protagonistas del lugar, convirtiendo al local en un espacio privado que todos desearíamos tener en el sótano de nuestros respectivos hogares. Lugar coqueto y de pequeñas dimensiones, en definitiva. No obstante, a pesar de dichas dimensiones reducidas, tiene cabida para 60 personas, las cuales disfrutarán de grandes momentos gastronómicos sin apreturas, en un ambiente tranquilo y relajado.






Y lo más importante, los placeres culinarios son más que mágicos. Se basan en una filosofía sencilla, pero arrebatadoradamente atractiva: productos de la tierra. Las verduras, de las huertas más cercanas; las carnes ,de nuestros pastos y los pescados, del bravo mar Cantábrico. Se opta por decantarse por la mejor materia prima, y a partir de ahí empieza la aventura en la cocina. Nuestro chef sin ocultar en ningún momento las bondades del propio producto, trata de dar un toque especial y vanguardista a sus platos, con el fin de que nuestro recuerdo sea un compendio de producto con mayúsculas, más nueva cocina.




En definitiva, un lugar en los que a través de la mejor materia prima se alcanzan los mayores sueños gastronómicos.




Calle Gipuzkoa, 22
20800 -Zarautz

(943) 83 59 59

miércoles, 3 de junio de 2015

Comer bien y con amigos

Hoy les ofrecemos y nos atrevemos con un restaurante muy novedoso, de ahí su nombre: Txocook. Su significado es una mezcla de txoko (sociedad gastronómica en la que sus socios muestran sus grandes dotes culinarios) y cook (todo lo derivado con la cocina cabe aquí). Por lo tanto, su creador, que no es otro que el inquieto Aitor Elizegui, nos deleita con algo muy divertido; inquieto, todo hay que decirlo, por la multitud de proyectos gastronómicos que lidera, y siempre muy bien. La cocina vizcaína le debe mucho y ahora el propio Bilbao con este nuevo local.






En cuanto al lugar, mucho que destacar. Se han sabido combinar perfectamente multitud de materiales: piedra, ladrillo, madera, hierro... Decoración moderna, estilo nórdico, podríamos decir, donde la madera suele ser generalmente la máxima protagonista. A destacar, igualmente, la existencia de dos espacios diferenciados, algo muy de mi gusto. Así, dispone de la típica barra de pintxos y lo que sería el restaurante propiamente dicho con una zona más reservada y privada, que fue donde, para nuestra fortuna, saboreamos todos y cada uno de los platos.






Optamos por degustar un sinfín de platos, de modo que no fue un menú al uso. Comenzamos con unos pimientos Txorierri a la leña. Txorierri, para quienes no la conocen, es una zona cercana a la capital vizcaína, donde los productos de la tierra adquieren su máxima expresión. Y en esta ocasión los pimientos tampoco nos decepcionaron. Para nada en absoluto.





Más. Fritura de cefalópodos. En este caso degustamos unos calamares de categoría. Hablamos del famoso begihaundi, que no es otro que el chipirón grande de mares vascos. Y claro, cuando se trata de un cefalópodo fresco, los calamares que a continuación llegan a la mesa son realmente especiales. De quitarse el sombrero, diría.




A continuación, algo más innovador. Es más, fue lo más creativo de la jornada: raviolis rellenos de txangurro. La cocina vasca siempre ha sabido sacar el mayor rendimiento a dicha materia prima, por lo que volvimos a acertar en la elección. Todo perfecto; la cocción de la pasta, la salsa y el propio txangurro.




Sigamos. El siguiente plato fue uno de los que empieza ya a convertirse en un clásico entre los principales restaurantes de nuestra gastronomía: un jugoso risotto acompañado de unas gambas fresquísimas. Bien, pero sin estridencias. Con esta batalla no ganarán la gran guerra gastronómica, pero el plato cumple su misión.




Más clásicos de nuestra cocina: huevos rotos con patatas y pimientos. Nunca está de más este plato, y sobre todo, cuando el apetito hace acto de presencia. por todo ello, satisfechos por la elección y por lo que se nos ofreció. A destacar, el acierto en la temperatura de elaboración del huevo.






Para terminar, el clásico de los clásicos, y que no defrauda a ningún comensal, sea adulto o infante: entrecot con patatas y pimientos. Nada que objetar. La carne de primerísima calidad, poco hecha, con el fin de que el producto muestre toda su inmensa calidad, patatas correctas, y unos pimientos, una vez más, insuperables.




Los postres, abundantes. Primero, unas fresas con yogourth, para poder aligerar nuestros pesados estómagos. Ambos ingredientes soberbios. El yogourth casero sabroso donde los haya, mientras las fresas si son escogidas con mimo, como fue el caso, inolvidables.






Ahora marchando una de chocolate: Cacao Maravillao. Y sí, no es cosecha propia, es el nombre que le otorga al postre el bueno de Aitor. Y el nombre, desde luego, le viene ni que anillo al dedo. Aquello era una auténtica fiesta del chocolate. Maestro chocolatero, Aitor. Sí, señor.




Por último, qué mejor final que saborear un plato de quesos variados. Les aseguro que los quesos allí propuestos eran de auténtico nivel internacional y merecedores de las distinciones más notorias. Pregunten por dos quesos franceses que ofrecen. En mi opinión en el ranking de quesos ocuparían las mejores posiciones. Por tanto, si son queseros...




Así que ya saben, si les gusta comer bien y con amigos, qué mejor lugar que el Txocook.


Última visita: 09/05/15

Uribitarte 1,
48001 Bilbao

+34 944 00 55 67