El valor de la materia prima

Joya donde las haya el bello lugar del que les voy a disertar hoy. Se trata del Koldo Miranda, sito en la Cruz de Illas, cerca de Avilés, en Asturias. Es un lugar mágico, porque además de una excepcional gastronomía, el esfuerzo arquitectónico es enorme, dado el resultado de la rehabilitación. Porque es así, queridos amigos. Koldo Miranda rehabilita una antigua quintana Asturiana de finales del siglo XVIII donde predomina la madera, piedra, cristal, estructuras metálicas y elementos nobles, convirtiendo sus instalaciones de acentuado diseño vanguardista con piezas de Philip Stark, Antoni Arola, Citero...

Y el yantar no le va a la zaga, ni mucho menos. Se podría definir como una explosión de sabores, aprovechando al máximo todos y cada uno de los productos que ofrece la rica tierra asturiana. Koldo siempre está pendiente de la maravillosa huerta asturiana; nunca falta el salteado de verduras de temporada, a los que se unen exquisiteces como trufas y hongos. Incluso los frutos secos tienen un lugar importante en la carta,  ya sean las almendras, ya sean los piñones, u otros, puesto que son compañeros de muchísimos platos ¡¡Un auténtico horticultor gastronómico!!

Del mar podemos degustar anchoas del cantábrico exquisitas, centollo (sobre todo en pastel, como tanto gusta en Asturias), pescados de roca y sobre todo la lubina y el cabracho (dónde mejor si no, que en la tierra de Pelayo para saborear este producto) ¿Y las carnes? En una sola palabra: deliciosas. Posibilidades múltiples: caza, vaca asturiana roja y sabrosa, cordero asturiano y sobre todo, el pitu de corral ¿Ah, que no saben qué es eso? Mil perdones. Se trata del pollo de granja, cuyo parecido con el pollo común es pura ciencia ficción. Por favor, prueben un pollo de granja asturiana y volverán a adorar al pollo, cual producto gastronómico de alta estirpe.

¿Y el postre? Algún problema con el postre. En absoluto. Auténticas delicias dulces emplatadas, como tesoros gastronómicos que son. No obstante, les recuerdo queridos lectores, que es de obligatoria degustación el queso. Hay un dicho en Asturias que dice así: "no haga una comida ni con quesu ni sin quesu". Por tanto, no vamos a ser nosotros los valientes de negar dicha evidencia, ¿no?

Así que ya lo saben, si ustedes desean conjugar y armonizar con el mayor éxito posible los aromas y sensaciones de tierra y mar, este es el lugar.

Web del restaurante

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La Cruz de Illas, 20 33410 

Castrillón - Asturias

985 51 14 46