Nuestro conocido (simpáticas
intervenciones en televisión) y querido Darío Barrio es el maestro de
ceremonias del interesante y acogedor restaurante del cual vamos a
disertar en el día de hoy: dASSA bASSA. El inicio del banquete
fue muy prometedor, con unos muy innovadores aperitivos, cortesía de la
casa: Chips de yuca, flautas de pan, campari en esférico y ajo blanco con
una emulsión de ginger ale, todo ello acompañado por un shower dulce de
whisky, delicioso y exquisito cocktail.
A continuación, entramos en materia. Les tengo que confesar que el menú fue inteligentemente diseñado por Darío, dado que no fue nada pesado (ningún plato de carne), pero sí lo suficientemente completo para no dejar con hambre a nadie. Comenzamos con un pastel de cabracho, que fue sin duda el plato más logrado y más sabroso.
Luego continuamos con la sección pescado: marmitako. La verdad, no fue el plato más logrado (quizás uno ya ha degustado muchos de estos platos, y el listón está muy alto, pero...) Se trata de unos dados de calabaza, patata y atún un tanto deslavazados. Idea de cocina japonesa, pero sin lograrlo en absoluto.
Y el plato estrella o principal, ¿qué se puede decir acerca de él? En principio se puede resaltar que los sabores de los ingredientes se mantuvieron intactos, que en muchos casos no es poco. Se trataba de un arroz negro con calamares y espuma de ajo blanco. Calamares frescos, arroz suelto y buena salsa. Por tanto, plato más que correcto.
Finalmente, para acabar una buena sinfonía gastronómica ¡¡Qué no falten los postres, maestro!! El postre esta vez fue una opción más bien digestiva: piña con melón al ron con sorbete de frambuesa. Fresco, sano y digestivo. No obstante, Darío nos ofreció para acompañar al café unas exquisiteces dignas de mención: galletas bretonas, bámbolas de chocolate, marshmellows de fruta de la pasión... En definitiva, buena traca final, con lo que se trata de un local recomendable para visitar.
Última visita: 25/10/11