lunes, 7 de mayo de 2012

Hermano pequeño

El pasado viernes tuvimos la oportunidad de volver al precioso Palacio Euskalduna para degustar unos platos. Si en su día ya os hablé del Etxanobe (ver entrada del 25 de enero de 2012), que se encuentra en la planta superior, esta vez es el turno del Jauregia, el cual se halla en la planta baja ¿Y por qué hermano pequeño? Simple y llanamente por su calidad, netamente inferior. Lo triste es que el precio no es proporcional a su paupérrima calidad. Mala ecuación, desde luego; lugar sin condición y clase a un precio desorbitado. Lástima.






Hay que decir que el comienzo fue realmente esperanzador. Saboreamos una ensalada que cumplió nuestras expectativas sobradamente; tomate de primera calidad, con una ventresca de bonito espectacular, acompañada eficazmente de cebolla troceada. Todo ello bien aliñado y con unos berros de contrapunto. Bien y correcto. Nada que objetar.




Continuemos. La velada siguió sin contratiempos reseñables. Optamos por un producto dado a pocas sorpresas negativas, tal como la reina de los mares: la merluza. El sabor de ésta se imponía con notoriedad, lo que en muchos casos no se hace, por esconder la falta de frescura del pescado. Se agradece. Buena elección en la guarnición; setas correctas y pimientos rojos caseros sabrosos. Plato, en definitiva, correcto.





Pero... llegó el momento dramático de la noche. Un servidor todavía se está preguntando lo que realmente comió. Es más, se trató de informarse en el acto, demandando a un camarero (de la manera más discreta, intentando no ofender de ninguna manera) qué es lo que estábamos "sufriendo". Amablemente se nos respondió (tras ir a la cocina, con el afán de ofrecer la respuesta más correcta...) que se trataba de entrecot. Algo, que evidentemente, los "afectados" ya conocíamos. Lo que no sabemos es la pieza de qué animal tuvieron a bien "ofrendarnos" ¡¡Dios mío!! Nunca en mi vida culinaria había tenido el "placer" de "paladear" una especie tan compacta. Jamás de los jamases he comido algo tan duro. En fin... Uno intentaba mitigar el fiasco engullendo el puré de patata gratinado, pero la afrenta era de tal magnitud que...




Para finalizar, uno dentro de su debilidad, tras lo sucedido con la carne, dio un voto de confianza al postre. La verdad es que poco hay que mencionar acerca de él; ni bueno ni malo, todo lo contrario. Tarta de chocolate cumplidora, sin más, acompañada de las típicas salsas de frambuesa y kiwi. No tendrá un espacio importante en mi memoria culinaria.




En definitiva, difícil aunar gastronomía y oferta cultural. Este restaurante está preparado para atender, gastronómicamente hablando, de una manera rápida y eficaz a los asistentes a la multitud de eventos que se ofrecen, pero para parsimonia y calidad, suban unos pocos peldaños. El Etxanobe les espera.




Última visita: 04/05/12
Palacio de Congresos y de la Música "Euskalduna"
Avda. Abandoibarra, 4
48011 Bilbao
                                                  

94 403 51 51

5 comentarios:

  1. Esta bien saberlo....a veces uno se fía de las apariencias o la ubicación de un sitio y te llevas un palo. Si encima no es barato mucho peor. A mí si un sitio tiene calidad y me gusta no me importa pagar, pero lo contrario me j... Mucho. Te sigo visitando siempre aunque no suelo comentar porque no conozco los sitios y no tengo nada que aportar, pero me gusta tu trabajo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Loly, por tu apreciación y comentario tan acertado. Y sobre todo, agradecerte de todo corazón que me sigas y que incluso te guste mi trabajo. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Me acabo de encontrar con tu blog, me parece muy cuidado, muy bien hecho. Tenéis razón a veces las apariencias engañan y sitios que aparentemente tienen mucha fama, te decepcionan. Un saludo, Clara.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Clara, por pararte en mi blog, gustarte su contenido y además hacerte seguidora. A mí también me ha encantado el tuyo. De hecho, ya tienes un seguidor más. Un saludo.

      Eliminar
  3. Si lo que se busca es aunar la oferta cultural y gastronómica no podemos menos que recomendar un pequeño viaje por la Bureba. Primero, la magnífica exposición "Monacatus" (Las edades del hombre) en el monasterio de San Salvador de Oña. Después de glorificar nuestro espíritu con las extraordinarias obras sacras, un recorrido de 20km nos lleva a la capital de la comarca. En su plaza mayor, el restaurante "El Concejo". Comida extraordinaria con productos de la tierra: buen cordero, cochinillo, verduras... Todo a un precio muy razonable.En definitiva, arte sacro y buena comida.

    Por algo se decía que algunos monjes tenían crucifijo, pero todos tenían sacacorchos.

    ResponderEliminar