Y sin abandonar nuestra querida y apreciada Galicia, llegamos a una de las capitales algo olvidadas de dicha comunidad: Lugo, la capital más vieja de las cuatro. Y allí gozamos con la gastronomía que nos ofreció el Mesón de Alberto, el cual está situado en el centro de la ciudad, dentro de la muralla y en una de las calles
más concurridas. Algo más de información; este restaurante se fundó en el año1975 por parte de su actual propietario y hoy
en día sigue siendo un negocio familiar pues trabaja en el toda la
familia. Buen síntoma.
Últimos detalles antes de entrar en materia, para que se hagan una pequeña composición de lugar, y siempre tratando de no ser demasiado prolijo. En cuanto a la decoración está basada en la piedra y la madera, con unos ornamentos clásicos, pero nada recargados. Importante señalar (para que no se equivoquen) que el restaurante está dividido en tres plantas.
En la planta baja está la barra y la tapería, donde
se puede tapear, hacer una comida rápida ó degustar una botella de
vino que uno mismo puede elegir en la vinoteca.
En la 1ª y 2ª planta están repartidos los diferentes salones del restaurante, entre ellos, los salones privados. A su elección personal.
Y para sorpresa de la mayoría, esta vez no optamos por el apreciado marisco gallego. No sean malpensados y crean que el motivo fue la actual crisis. Simplemente, decidimos darle su merecida oportunidad a la no menos famosa carne gallega. No obstante, comenzamos el banquete con unas croquetas de colas de cigala, que no me van a negar que algo de marisco desde luego que es...
De esta manera, como les he anticipado, todo fue un auténtico festín carnívoro. Empezamos con un entrecot gallego con crema de grelos y fabas de Lourenzá. Todo grande: las alubias (sin rastros de piel, como debe ser), la crema a base de uno de los productos símbolo de la tierra, caso de los grelos, muy fina, y por supuesto, el plato principal, la carne, pura delicia.
Y con el fin de contrastar la finura del entrecot, decidimos que era una buena ocasión para degustar el auténtico chuletón de ternera gallega acompañada, como no podía ser de otra manera, de los archifamosos pimientos del Padrón. Qué quiere que les diga; escojan el entrecot. Consejo de un amigo.
Y para finalizar, el esperado momento golosón. Por un lado, la tarta de turrón helada casera sobre natilla y almendras. Entre los 3 ingredientes, a destacar sobremanera la textura de la natilla. Ni densa, ni líquida. En su punto óptimo. Bravo. Y lo dice un amante de este dulce clásico...
Por último, el postre más especial: milhojas de toffe con helado de vainilla y láminas de chocolate. Saben, me gustó tanto el toffe que les voy a perdonar el atentado en materia de hojaldre. Un postre digno no merece una agresión gastronómica semejante, pero... Uno no da crédito a las diferencias de calidad de ambos productos ¿Diferentes cocineros? ¿Ignorancia en la materia? Sea cual sea la respuesta, mi recomendación es "zapatero a tus zapatos"...
En conclusión, lugar en el que la extensa, rica y variada materia prima gallega está al servicio de los paladares más exigentes.
Última visita: 27/08/12
Ver ubicación Lat: 43º 01' 02.19" N / Lon: 7º 55' 73.32" O
Calle de la Cruz, 4, 27001 Lugo, España
982228310