Y para terminar el periplo viajero en la isla de Formentera, llega el momento del análisis del restaurante más grande y notable de dicha zona geográfica, en opinión de un servidor. Tal es así que para corroborarlo y disfrutarlo como se merecía, repetimos visita. Apunten el lugar: Gecko. Se trata de un hotel restaurante, bellísimo, con un entorno que no le va a la zaga, donde el sentimiento de la vista cae prendado y enamorado antes siquiera de tomar asiento.
Primera nota sorprendente. Un hotel que ofrece una gastronomía de altísima calidad. Desde luego, les advierto que pocas veces vamos a tener el placer y gozo de encontrarnos en dicha tesitura ¡¡Es tan difícil hallar un lugar de hospedaje en el cual se le preste al buen yantar la importancia que se merece!! No sólo eso. En este caso, además de gran festival culinario, instalaciones hoteleras espectaculares. Dignas de verse, de veras.
Como en el resto de los restaurantes que visitamos en la isla, tuvimos la suerte de comenzar la velada con un aperitivo, cortesía de la casa. Ya ven que es una costumbre de la zona, la cual desde luego habría que cuidar, dado que se trata de un buen lazo para atraer clientes. Dicho piscolabis no fue nada especial, pero siempre viene bien para abrir boca, una crema de queso.
Por favor, apunten lo que van a leer a continuación. Tuvimos el deleite
de degustar el mejor rodaballo que jamás hayamos podido saborear. Un
rodaballo con arroz cremoso ahumado y espinacas, que si lo prueban van a decidir que esa fue su última vez, dado que han alcanzado el súmum en dicho pescado.
El otro pescado, también espectacular, aunque el listón era ya insuperable. Filete de lubina con cebolla confitada, shitake y trufas de verano. Desde luego, que el conjunto del plato era una auténtica maravilla, pero las papilas gustativas, sabias ellas, no podían olvidar esa perla del mar anteriormente catada con tanto deseo...
Postres. Sabrosos, coloridos y exquisitos ¿Qué más se puede pedir? Por un lado, mousse de mango con helado de hierbas dulces mallorquinas. Muy buena combinación de sabores y acertada la combinación de ambos helados.
Segundo postre. Piña a la vainilla con helado de coco flambeada con ron. Triple pirueta. No sólo se escoge la vainilla, sino que además se le da el toque del coco, flambeándola al mismo tiempo. Bien.
Para terminar, simplemente recordarles que si tienen la suerte de encontrarse en Formentera, y aman la buena gastronomía, el Gecko es un lugar de visita más que obligada.
Última visita: 04/08/12
Playa Migjorn, Ca MariFORMENTERA
971 328 024
totalmente de acuerdo! vaya deleite ese rodaballo!!
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