lunes, 30 de junio de 2014

Gastronomía cultural

¿Qué les parece una visita cultural-gastronómica? Pues eso es lo que nos espera en el día de hoy. En esta ocasión tuvimos la idea de visitar el bello pueblo navarro de Bera de Bidasoa, lo que evidentemente obligaba a conocer previamente la preciosa y cuidada casa (Itzea: origen etimológico etxea; casa en euskera) en la que vivió el insigne escritor Pío Baroja. Y a continuación, ya con los deberes culturales realizados, el homenaje gastronómico ya estaba más justificado, por lo que acudimos al restaurante Lenkonea sito en un más que acogedor lugar, como el hotel Churrut.






Lo primero a destacar, la belleza del local, para cuya construcción se ha aprovechado un edificio del siglo XVII adquirido por la familia Churrut en 1750, proviniendo su nombre de las relajantes vistas gracias a sus enormes cristaleras, las cuales dejan entrar toda la luz de un esplendoroso jardín centenario con el imponente magnolio de 120 años. Actualmente se ha sabido combinar y mantener el estilo rústico con el diseño vanguardista, con la máxima destreza, circunstancia que se repite en su gusto gastronómico, tal y como lo demuestra con sabiduría su chef Ohier Goikoetxea.








Vayamos con el menú. El comienzo consistió en una degustación de tres primeros platos. En primer lugar, la ensalada templada Churrut compuesta de gulas, langostinos, tomate y lechuga. Ingredientes clásicos, pero que en su conjunto otorgaban al plato un matiz un tanto especial. Bien.










Otro de los primeros sí que fue bastante más original: crujiente de calabacín con tempura y miel de caña. La elaboración de dicho arte de fritura, herencia oriental, más concretamente japonesa, rayó a la perfección. Y si a ello unimos el sabor del calabacín con una salsa de miel interesante, el resultado fue más que notable.











Y para acabar los primeros platos, en mi opinión el alumno aventajado del día: hojaldre de vieira y verduritas. Sobre la textura del hojaldre podemos decir que estaba correcta, sin alardes, pero en cuanto al relleno las noticias son mucho más esperanzadoras. Tanto la vieira como las verduras estaban inmejorables. Mi más sincera felicitación.










Por lo que respecta a los segundos, para respetar la tradición un poco de pescado y un poco de carne ¿Qué les parece? En el apartado de los productos del mar nos inclinamos por la reina de dicho hábitat: merluza al horno con patatas panadera y langostinos. Todo fresco y bien. Nada que objetar, o simplemente, el excesivo tamaño de la ración, defecto que para algunos comensales es virtud.







Y en la carne, una vianda más arriesgada, pero delicatessen pura, si se da con el punto ideal: carrilleras al vino tinto con puré de patatas. Afortunadamente, en esta oportunidad el guiso de estas fue el ideal; carne delicada que se deshacía, sin ninguna dificultad, al poner en acción nuestras papilas gustativas. Bravo.










Finalmente, los postres. Una de cal y otra de arena. Curiosamente fallaron en lo tradicional y acertaron en lo más innovador. De este modo, la cuajada natural acompañada de nueces no pasará a los anales de la historia gastronómica, desde luego.









No obstante, el broche fue extraordinario: cilindro de chocolate con helado de mojito. El cilindro, más conocido como el tradicional coulant (bizcocho de chocolate con el interior fundido) podría merecer encontrarse en las mejores escuelas de hostelería repostera, mientras el sabor del helado a hierbabuena refrescante, será difícil de olvidar. Gracias, Ohier.










Ya ven, un plan completo les espera. Tras imaginarse donde se escribieron las páginas más bellas de nuestra literatura, una gastronomía sencilla, pero innovadora nos cautivará.


Última visita: 29/06/14


Plaza de los Fueros
31780 Bera – NAVARRA (SPAIN)



+34 948 62 55 40


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