martes, 10 de abril de 2018

Los tres mosqueteros

Hoy visitamos un viejo conocido, pero en otro lugar. En su día ya les hablamos en este mismo blog de El Campanu ubicado en Ribadesella. Veamos qué nos depara dicho restaurante en la histórica Cangas de Onís. Dicha ciudad fue capital del Reino de Asturias hasta el año 774. En este término municipal tuvo lugar en el año 722 la Batalla de Covadonga, donde Don Pelayo venció a las fuerzas musulmanas y consolidó un poder y prestigio que le permitió permanecer independiente y fundar el primer reino cristiano. Y si quieren conocer algún Campanu más, les queda el de Oviedo, porque José Manuel Mori Cuesta 'El Marqués', propietario de dichos restaurantes ha querido dejar huella a lo largo de la provincia asturiana.







José Manuel además de amante de la gastronomía, tiene otra pasión, como es la pesca de salmón. Probablemente el número uno de los pescadores de salmón asturianos, puesto que ha capturado hasta en cinco ocasiones el campanu. Pero, ¿qué es exactamente el campanu? Respuesta sencilla: el primer salmón de la temporada que se pesca en los ríos asturianos. Más difícil su origen: cuentan que durante la Edad Media se repicaban las campanas para avisar del avistamiento de los primeros salmones que conseguían remontar los ríos asturianos cada año. Posteriormente, el repique de las campanas pasó a anunciar la pesca del primer ejemplar.








Después de un poco historia, me parece que es el momento de adentrarse en el tema gastronómico, que es lo que realmente nos ocupa. Cortesía de la casa, para poder ir calentando nuestros fríos cuerpos se nos ofreció un caldo de pixín y patatas sabrosísimo. Además de entonarnos, se nos abrieron las papilas gustativas, prestas a devorar los distintos manjares.









En un lugar donde los pescados y mariscos mandan, toda la cena fue a base de pescado. Comenzamos con unos calamares de potera fritos. Es una diferencia abismal cuando se trata de un calamar pescado a anzuelo que a arrastre. Los afortunados nosotros, los clientes. Gracias, José Manuel.











Y el otro entrante, una nueva maravilla más: fritos de merluza del pincho. Dominio del rebozado, como en el anterior plato e igualmente, una materia prima imposible de mejorar, gracias a que estoy seguro que llega al plato directamente desde las aguas más cercanas.






Los dos platos principales fueron unos pescados, que quedarán durante mucho tiempo en nuestra memoria gastronómica. Primero un sargo o mojarra, como se le conoce a este pescado azul, que todavía no está lo suficientemente valorado, cuando podría ser un perfecto sustituto del gran besugo. La verdad es que el placer de saborear dicho pescado al horno fue un auténtico placer.








Y por último, una lubina a la plancha, acompañada de unas espectaculares patatas panadera con cebolla ¿Dónde está la clave de su magia? Pues en lo que hemos comentado anteriormente; siempre pescados frescos y sin artificios, como salsas extrañas que oculten sus sabores naturales.











Finalmente, entre los postres no podía faltar el dios de los dulces asturianos: el arroz con leche con el caramelo requemado. Como en otras tantas ocasiones resultó un acierto pleno. Es un auténtico placer para los más golosos. Apuesta segura.








Ya ven, tienen donde escoger. A falta de un buen Campanu, tienen tres. De momento hoy, el de Cangas de Onís.


Última visita: 30/03/18
Web del restaurante
Ver ubicación

Puente Romano, 4
Cangas de Onís




946 94 74 46



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