En el día de hoy nos acercamos a la preciosa villa costera de Sant Feliu de Guixols en la provincia de Girona para visitar un lugar bello donde los haya, como es el caso del restaurante Villa Más. Su ubicación es perfecta, puesto que se halla en primera línea de la playa de Sant Pol. El local tiene un encanto realmente especial con su poder enigmático que nos hace trasladarnos a siglos pasados, gracias a una decoración enteramente "belle époque". Arquitectura totalmente modernista que ya por ello merece una visita obligatoriamente.
Este auténtico lujo sin parangón lo lidera el más que cualificado chef Carlos Orta. No sólo chef, sino un mago y amante del vino. Su filosofía es básicamente el producto de calidad, que se refleja directamente en todos y cada uno de sus platos. Volviendo al tema puramente de la estética del local, destaca la importancia de la terraza y sus vistas. Quizás, el espacio entre las mesas no es el deseable, lo que se corrige ampliamente con la bonita cubertería y vajilla que adornan las distintas mesas.
Llegamos ya al momento de gastronomía al poder. A un lugar que se precie y que lo dignifique siempre le tienen que acompañar detalles que le hagan estar por encima de la media del resto de restaurantes. Sirva de ejemplo el aperitivo de cortesía que se nos ofreció. Un refrescante gazpacho, con verduras de la huerta, que bien comandan todo el equipo de Carlos.
Como entrante principal, un plato que jamás va a provocar discusión alguna entre los comensales: croquetas de jamón ibérico Sierra Mayor. El relleno de mayores lujos, como bien indica su nombre, al igual que el soporte principal de la propia croqueta, que no es otro que la bechamel. Cremosidad de libro. Bravo.
Y el plato principal, el sospechoso habitual de la zona. No deben realizar muchas cábalas para descubrir de qué manjar se trataba: arroz negro con gambas de Palamós. El matrimonio gastronómico perfecto. Indisoluble y para toda la vida. Seguro.
Tras esta danza de exquisiteces, qué mejor colofón y guinda, que dos postres a la altura de toda la jornada culinaria vespertina. Por un lado, crema catalana con frutas de temporada y helado de café. Dulce escogido con cabeza. De tierras catalanas uno no puede marchar sin saborear su postre fetiche. Lo hicimos y vaya que acertamos plenamente.
Y por otro lado, bombones de pasta filo rellenos de vainilla. Un servidor, que es un enamorado de dicho tipo de pasta, debe confesar que lo allí ofrecido superó con creces las expectativas generadas previamente. En definitiva, dos manjares servidos en el mismo lapso de tiempo. Mi más sincera enhorabuena.
Última visita: 03/09/24
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Passeig de Sant Pol 95
17220 Sant Feliu de Guíxols - Girona
+34 972 822 526
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