viernes, 29 de julio de 2022

Ay, ay Eneko...

Supongo que el título de la entrada ya les va poniendo un poco en antecedentes. Decidimos visitar en pleno centro de Bilbao el restaurante NKO, liderado por el galardonadísimo chef Eneko Atxa, el cual en esta ocasión se ha decidido a apostar por un espacio nuevo conceptualmente: su cocina se ubica en el nuevo Radisson Collection Hotel. Nada en contra con el lugar; los peros se deben a motivos bien distintos. El servicio del personal no está acorde ni con el lugar en el que nos encontrábamos, un hotel de cinco estrellas; ni con la excelencia que se le presupone a Eneko. Tendrá que cuidar mucho dichos detalles, puesto que tiene todas las de perder.




Varias incidencias negativas a destacar: confusiones inexplicables con el vino, que nos obligaron a catarlo con la comida bien iniciada, servicio torpe y atropellado, y ningún tipo de indicación para la correcta ingesta de determinado plato, que nos obligó a comer lo que no era parte del plato. Detalles que no variaron al salir al exterior para disfrutar de la terraza, dado que el servicio brillaba por su ausencia. Por cierto, terraza sin vista alguna... En lo que se refiere a la comida, ninguna queja. Una perfecta fusión de los sabores de la cocina vasca y japonesa, algo que para nada es baladí.









Nuestra elección fue un menú degustación, con el fin de conocer el máximo número de platos. Comenzamos con un aperitivo: edamame a la brasa. Se trata de una preparación culinaria de las vainas de soja inmaduras, hervidas en agua con sal y servidas enteras. Aquí el error comentado anteriormente. Desconocíamos que la vaina no pudiera comerse, hasta que pasado un buen rato fuimos avisados. En fin...













Previamente, como digno seguidor de la cocina japonesa, comenzamos el festival gastronómico con una excelente sopa de miso, la cual, en honor a la verdad, estaba a la altura de las mejores sopas de ese tipo que he podido degustar.







A continuación, los apetitosos nigiris: Muy variados y con muchos guiños a los productos de nuestra tierra: txitxarro con cebolla china, salmón con pesto y piparras, atún rojo y salmonete. Como bien pueden comprobar productos todos ellos muy conocidos por nosotros.








El nigiri que más nos cautivó merece un capítulo aparte, porque fue excepcional: un nigiri de chipirón a lo Pelayo, que sin duda, sobresalió sobremanera del resto. Bravo. Recordar que todos ellos iban acompañados por su correspondiente salsa de soja, de la cual no tuvimos que hacer uso, puesto que Eneko ya les había dado el punto justo a todas y cada una de las piezas.










Continuemos con otro de los reyes de la cocina japonesa, pero siempre teniendo presente nuestra cocina: tempura de cangrejo con una delicadísima reducción de salsa a la vizcaína. Claro ejemplo, una vez más, de fusión.










Sigamos. Ramen a base de manitas y chasu, que es la carne más habitual que podemos encontrar en el ramen. No obstante, el plato no acaba ahí. Enero se atreve a fusionarlo con la mítica zurrukutuna, la mejor sopa para reponer fuerzas, elaborada a base de ajo y bacalao.







Para finalizar, antes de alcanzar el momento dulce, la robata. Robata, por si lo desconocen, es una antigua técnica gastronómica japonesa en la que se emplea el fuego en una parrilla de carbón para cocinar carnes y pescados. En este caso fue carne. Magret de pato acompañado por una salsa Hoisin, muy típica en los platos pequineses, al txakoli. Todo ello acompañado por una crema de patata y un espléndido pan de leche.










El postre tampoco abandonó la alianza vasco-japonesa: nippon "torrija". Una torrija esponjosa y riquísima complementada con el helado asiático por antonomasia: helado de té matcha.






Ya ven, si consigue ir limando esos detalles, será un digno hijo gastronómico de Eneko Atxa. mientras tanto...

Última visita: 26/07/22

Web del restaurante
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Gran Vía, 4
48001 Bilbao


  
+34 634 736 793



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