Hoy dada la época veraniega en la que nos encontramos ya, obligatoria visita a un lugar con encanto playero y marinero por excelencia: Zarautz. Y allí nos espera un clásico: el restaurante Aiten-Etxe. Además de su gran cocina, con absoluto dominio tanto en la elaboración de los pescados como de las carnes, ofrece unas vistas inmejorables al mar y a la playa de Zarautz, e incluso al espectacular ratón de Getaria, villa marinera vecina bellísima, que realmente merece muy mucho que la conozcan, si no han tenido el placer de haberlo hecho con anterioridad.
Como es menester, comenzamos con un aperitivo cortesía de la casa, que consistía en un rollito, hojaldre o brik de marisco, de una masa tan fina y cuidada, que podrá ser igualado, pero mejorado, jamás. Todo ello servido con un cocktail de champán, lo que convertía la invitación en un obsequio gastronómico de primera categoría.
En cuanto al menú, esta vez optamos por darle un aire nuevo a nuestra demanda: cuatro entrantes, sin platos principales ¿Qué les parece la elección? ¿Se animan a ponerla en práctica? Comenzamos con unos percebes gallegos sabrosos, punto de cocción exacto y preciso, sin rastro de arena y con un tamaño más que notable ¿Qué más se puede pedir?
Avanti. En mi opinión a continuación el plato estrella de la casa: crepes de txangurro. Si es que es tal el arte que tienen en la preparación de todas las masas relacionadas con el hojaldre, que lo más difícil ya está conseguido, puesto que la materia prima, que es el relleno en el cual se sustenta el crepe, es de primerísima calidad. Bravo, bravo y bravo.
Otra joyita de la casa: kokotxas de merluza y cigalas rebozadas. Si supieran lo que puede dar de sí la parte inferior de la barbilla de la merluza. Ese sabor gelatinoso especial lo alcanzan los artistas de Aiten-Etxe sin dificultades. Y el lujo de la cigala, evidentemente es para enmarcar. El marisco rey, con ese sabor tan característico y con un último rebozado, es un tesoro gastronómico. Placer de los placeres, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos.
Y por último un plato estrella de la gastronomía vasca: chipirones troceados a lo "Pelayo". Les cuento un poco el origen del nombre, dada su curiosidad: hace casi un siglo hubo una pesca muy abundante de chipirones en el puerto de Getaria. Había por entonces un bar que ya no existe, llamado Pelayo, cuyo dueño, aburrido ya de comer chipirones en su tinta, preguntó a su mujer si no se le ocurría otro modo de cocinarlos. Y entonces los preparó con largas tiras de cebolla pochada, y hasta hoy, que hemos continuado de su sabor en lugares en Aiten-Etxe, donde los bordan.
Y lo del postre es magia pura: hojaldre de Adarraga relleno de crema, con salsa de chocolate y frutos del bosque, natillas y helado de chocolate ¿Alguien da más? Y les cuento lo que supone probar el hojaldre de la pastelería Adarraga de Hernani (Gipuzkoa): conlleva disfrutar del gozo y deleite de saborear el mejor hojaldre de toda la península. Sin duda alguna. Compruébenlo, por favor.
La cocina tradicional vasca junto al mar tiene un nombre dorado: Aiten-Etxe.
Última visita: 26/07/13
Web del restaurante (no disponible)
Calle de Elkano, 3, 20800
Zarautz, Guipúzcoa
P.D. ¡Disfruten de sus merecidas vacaciones! Nos vemos a la vuelta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario