martes, 6 de febrero de 2024

La seducción de la parrilla

Hoy regresamos a una de nuestra niñas mimadas, que no es otra que la bellísima localidad de Getaria en plena costa guipuzcoana. Decir Getaria es decir gastronomía y decir Iribar, que es el destino que nos ocupa hoy, es decir parrilla. Nada más y nada menos que desde 1950 se ofrecen manjares en este lugar elaborados en la magia de la parrilla. Hoy Pili Iribar continúa con la tarea que comenzó su abuelo, tratándose, por otra parte, de unas pocas mujeres que trabaja la parrilla. Tranquilidad, que poco a poco, comienza a crearse escuela.




Dediquemos una breve mención a su ubicación y al interior del local. En cuanto a la ubicación, raya la perfección. Se halla en la calle principal de Getaria, junto al puerto y la iglesia de la localidad (San Salvador). Por lo que se refiere al interior, el establecimiento, con capacidad para 60 personas, cuenta con 3 comedores diferenciados: el comedor principal, situado frente a la barra; el comedor superior, situado en la parte final del restaurante, y el homólogo de este último, situado justamente bajo este, adornados todos ellos con una decoración tradicional marinera sencilla, donde destacan las redes de pesca y los veleros de madera. Y, por supuesto, en el exterior la joya de la corona, la parrilla, que todos los turistas observan atónitos.








El comienzo fue a base de un ofrecimiento de la casa: boquerones en aceite de oliva muy bien presentados en su correspondiente conserva. Espectaculares. Producto local con una calidad insuperable ¿Qué más se puede pedir? Por pedir, que la ración fuera más abundante, porque de lo exquisito jamás se aburre uno.



A continuación, dos entrantes y un pescado a la parrilla. Es que cuando la lógica manda, el resto queda en la retaguardia. Comenzamos con unas pencas rellenas de langostinos y mejillones, que a primera vista nos sorprendió por el tamaño de la ración (compensando con creces lo anterior). Bien acompañado con una salsa de marisco y una crema de verduras. Perfecto.






Otro entrante más, y de categoría, igualmente: colas de cigala rebozadas y rellenas de txangurro. Otra de las especialidades de la casa. No sólo dominan el pescado y la parrilla. El marisco es otra de sus especialidades, dando muy buena fe de ello tanto el centollo como las cigalas. Bravo.









Y como colofón, la estrella de la noche: besugo a la parrilla, ¡¡Pero menuda pieza!! Superaba el kilo de peso sobradamente. Sólo nos queda admirar cómo se elabora el refrito, que es elemento fundamental, a base de aceite, ajo triturado, vinagre, zumo de limón y sal. Puro arte. Y si a eso le añadimos la calidad de la materia prima, poco más que decir. Puro deleite gastronómico.







Y esta vez, ante tal magno homenaje, no hubo recoveco alguno para el postre, Espero que lo comprendan y me lo sepan perdonar. No volverá a ocurrir. Se lo prometo y si no, me lo recuerdan. Lo que si les adelanto es que, si quieren saber lo que es una parrilla de verdad, no pueden obviar su cita a Iribar. Créanme. 




Última visita: 02/02/24


Web del restaurante
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Kale Nagusia, 34
20808 Getaria (Gipuzkoa)

943 14 04 06


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