viernes, 27 de julio de 2018

¿Desean pescado en Vitoria?

Hoy visitamos un lugar en el cual lo primero qué nos va a sorprender es el origen de su denominación: La Bodeguilla Lanciego en Vitoria ¿Y cuál es el porqué de su nombre, dada una ubicación diferente? Pues la razón es bien sencilla. Cuando nació hace ya casi 60 años, comenzó su actividad vendiendo el vino de las cosechas del pueblo de Lanciego, en Rioja Alavesa. Con el paso del tiempo se fueron acompañando los vinos que se vendían con comidas y el restaurante echó a volar, para convertirse a día de hoy en una referencia en Vitoria.






Y además de pasado y presente, el futuro está asegurado, puesto que El joven Aitor Ocio, formado en el Basque Culinary Center, representa la tercera generación de esta casa, manteniendo la filosofía de sus anteriores generaciones, que siempre se ha basado en el producto fresco y la materia prima tradicional y de calidad. Por lo que respecta al local, nada que objetar. Un local no excesivamente clásico, con una buena separación de mesas y con mucha luz.







¿Y sobre la comida qué? Sin riesgos, pero con resultados óptimos. 2 entrantes. El primero consistía en unos boquerones caseros con ajo, perejil y alegrías riojanas. Calidad y sobriedad. Sin sorpresas. Ningún comensal podría sentirse decepcionado. Se lo aseguro.













El segundo entrante otro clásico, y más propio de la provincia limítrofe de Burgos: morcilla de Briviesca a la plancha con alegrías. En lo referente a este plato, no se conciben medias tintas; si uno es "simpatizante" de este producto, podrá glorificar su paladar. En caso contrario, mejor que pase a los dos platos estrellas de la jornada.













En cuanto a los platos principales, fueron dos clásicos que saciaron nuestros exigentes paladares hasta las últimas consecuencias. Por un lado, un chuletón de buey de los que hace época. Carne que era pura mantequilla y que se deshacía en nuestras delicadas bocas. Magnífico y soberbio.







Y por otro lado, uno de los reyes de los mares, con permiso de la merluza, volvió a deleitarnos una vez más con su sabor inconfundible: besugo a la plancha La magia de poder saborear el pescado más fresco alejados de la costa. Bravo.










Finalmente, los postres no se quedaron atrás. Tres a falta de uno. Nuevamente lo clásico al poder, con idéntico resultado: éxito total. Una tarta de hojaldre rellena de nata y crema exquisita. si el hojaldre es de calidad, no hay más que hablar señoría...










A continuación la socorrida tarta de queso, que no puede ni debe faltar en una selección de postres que se precie. Sin estridencias y alardes de ningún tipo. Correcta.








Por último, el postre más espectacular de la jornada y que les recomiendo tengan el gusto de degustarlo, si son amantes del dulce: canutillos de crema de una célebre pastelería de la ciudad. Tanto la textura de la masa como el sabor de la crema perduran en mis papilas gustativas. Fantástico.







Por mi parte, solo queda sugerirles e invitarles a acercarse a la Bodeguilla de Lanciego, si quieren saborear el mejor pescado de Vitoria, además de desearles unas muy felices vacaciones. Por cierto, ya tienen una nueva encuesta a su disposición. 




Última visita: 21/07/18
Web del restaurante
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C/ Olaguibel 60,
Vitoria-Gasteiz, 01003



945 25 00 73