martes, 8 de junio de 2021

Guerra a lo establecido

Tras estos momentos convulsos que estamos viviendo, es cierto que las entradas de este animado blog se han visto muy reducidas, pero seguro que más pronto que tarde regresamos a la normalidad. Por de pronto, ya tienen a su alcance una entrada más, que les adelanto va a ser realmente apetitosa. En el día de hoy, concretamente, visitamos La Guerrillera, cuyo nombre ya invita a presagios esperanzadores, ubicada en la siempre increíble Vitoria. Un local de reciente apertura, que les aseguro que va a dar mucho que hablar.






Lo primero que llama al adentrarse en el interior es su luminosidad y colorido que le otorgan el ambiente botánico que se respira en el local y la mezcla de colores de vistosos de sus sillas y paredes, sin olvidar unos sofás llamativos, a la par de cómodos. Y al frente de todo esto, un soldado de la gastronomía adiestrado en un sinfín de batallas gastronómicas: Jorge Ezquerra. Sus últimas batallas las ha vivido en lugares tan emblemáticos como la Casa de Napoleón, el Zapirón y el PerretxiCo. Pues con toda esta información, ya estamos preparados para poder pilotar nuestro avión gastronómico.







Comencemos con los primeros platos. Dos mejor que uno y ambos refrescantes, acorde con la época veraniega. Primero, una ensalada de pasta verde con queso burrata. En una palabra: deliciosa. Y desde luego, que los más hambrientos no tendrán derecho a queja, dado que la ración fue más que generosa.








El segundo, uno de los clásicos de nuestra cocina, que se merece un lugar especial, por todo lo que ha supuesto en nuestras vidas: pisto con huevo escalfado. Color y calidad de la materia prima. Más no se puede pedir.








Momento de los segundos platos, los cuales también rayaron a grandísima altura. Al igual que con los primeros, dos fueron las elecciones. Primero, un soberbio atún rojo acompañado de un ligero cus cus, que maridaban muy bien.








La segunda opción fue más tradicional, pero también marina y de calidad: merluza con berros, salsa de chipirón y patatas panadera. Una vez más, el efecto visual, maravilloso, algo que como se puede comprobar en esta casa es una constante. Bravo.







Donde dimos el do de pecho fue en los postres, que nos soltamos el pelo, y la cifra superó el dos y se convirtió en tres. Uno: el tan en boga pastel de zanahoria. Jorge no quiere abandonar el barco de la innovación y por eso apuesta por este tipo de postres novedosos. Interesante.






Dos: un poco más conservador. Leche frita acompañada de helado de canela. Si bien la textura y la impresión visual de la ración invitaban a sospechar que se trataba de un postre con una freidura poco indicada, para nada en absoluto. Estuvo espectacular y con un dulzor en su punto.







Tres: el más tradicional de todos. Ya ven de más a menos en cronología gastronómica. Tarta de queso, pero con matices, puesto que su presentación en vaso, ya nos indicaba que se escondía algo más detrás de ese manjar, y así fue efectivamente.






¿Guerra a la gastronomía? Pues donde mejor que en La Guerrillera. Disfrútenlo.


Última visita: 01/06/21

Web del restaurante (no disponible)


Coronela Ibaibarriaga Kalea, 1
01010 Gasteiz, Araba



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