lunes, 22 de diciembre de 2014

Ambiente gastronómico familiar

Y antes de meternos de lleno en los grandes banquetes navideños, visita a un lugar modesto y sencillo, donde a través de una materia prima de primerísima calidad, tienen cabida, tanto la gastronomía tradicional, como la más innovadora. Dicho establecimiento se encuentra en Zarautz, sin lugar a dudas, una de las villas marineras más bellas de la provincia de Gipuzkoa. Este lugar del que le estamos hablando no es otro que el restaurante Kirkilla-Enea. Su ubicación también es realmente interesante, dado que se sitúa en pleno casco urbano del municipio, lo que nos permite conocer el corazón de la villa.







Igualmente, algún ligero detalle de la decoración es merecedor y digno de ser comentado. Lo que primero que llama la atención de la sala es que su tamaño es algo reducido, pero verdaderamente coqueto. Y lo más importante; emana un ambiente familiar y tradicional que enamora, algo que por cierto tiene su explicación: la actual dueña del restaurante, Romero Ameztoy, vivía en este lugar junto a sus padres y hermanos antes de despachar grandes comidas. Por lo tanto, previamente era una vivienda familiar, y ello ha quedado reflejado en el poso arquitectónico y gastronómico. Eso le ha permitido superar los 25 años de existencia. Y que siga, que se lo merecen con creces.








En esta ocasión optamos por degustar un menú que nos prepararon exclusivamente para la ocasión. Comenzamos con una espectacular ensalada de calamares y verduritas en tempura con vinagreta negra. A destacar, sobre todo, la buena elección de los ingredientes, amén de la calidad de todos ellos: calabacín, tomate, lechuga y unos calamares soberbios, acompañados de una fina y delicada salsa. Exquisito.





Más: pencas rellenas de jamón y queso de cabra caramelizado. De nuevo con unas simples verduras se obtiene un plato majestuoso. Pero claro, la salsa escogida son palabras mayores. Un ejemplo para cualquier plato en el cual la salsa de marisco sea la protagonista. Y el queso caramelizado y las pencas, igualmente, a la misma altura. Bravo.






Por último, un poquito de pescado: merluza a la plancha con patatas panadera y pil-pil de calabaza. ¡¡Qué les puedo decir!! Si se presta atención al producto, circunstancia que se produce en Kirkilla-enea, el éxito esta asegurado, puesto que la calidad de la merluza del Cantábrico está fuera de cualquier mínima duda. Si a ello le añadimos una especie de pisto sabrosísimo, miel sobre hojuelas.






¿Terminamos con el postre, como manda menester? Pues allá va: tarta de mousse de choco blanco y baileys. Buen postre en líneas generales, si bien el helado llegaba un tanto derretido a la mesa. Pequeños detalles que cuidar. No obstante, el conjunto bien y sabroso.







Ya ven. Si quieren conocer una gastronomía familiar, cercana tradicional y vanguardista al mismo tiempo, Kirkilla-Enea les está esperando.



Última visita: 20/12/14
Santa Marina kalea 12
20800 Zarautz


943131982



P.D. ¡¡Feliz 2015, y a la vuelta de vacaciones espero seguir viéndoles por aquí!!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Saga gastronómica

Hoy nuestro viaje nos lleva a un lugar donde generación tras generación se ha ido rindiendo culto a la gastronomía de toda la vida, pero con el paso de los años se han ido incorporando diferentes platos de la denominada cocina de autor: Lasa en Bergara (Gipuzkoa). Y al frente de todo ello, evidentemente un Lasa de rompe y rasga como Koldo Lasa, el cual ha mamado la cocina de sus abuelos, tías y de su padre, que era ¡¡cocinero de barco!! El aglutinar todas estas enseñanzas le ha permitido elaborar infinidad de platos y todos caseros: atún, hongos, foie, trufa, mermeladas, ahumados, turrones de Navidad, toda la repostería, panes...







Y una gastronomía tan extensa y de calidad requería un lugar muy especial, labor a la que el propio Koldo se dedicó en cuerpo y alma. De este modo, Koldo adquirió el Palacio Ozaeta, el cual fue declarado Monumento Nacional en 1965, algo por otra parte más que merecido, dada la belleza de las instalaciones y del entorno. Y no les quiero aburrir con la historia del palacio, pero sí que me gustaría señalar un detalle: este palacio fue reconstruido en 1565 por la hermana de San Ignacio de Loyola junto con su marido Beltrán López de Gallastegi, descendiente de los reyes de Navarra, lo que nos da una idea de la importancia del lugar.






Como siempre y como mandan los cánones en este tipo de restaurantes, el comienzo fue cosa de la casa. Ellos nos ofrecieron muy cortésmente un aperitivo al que no supimos negarnos: un exquisito entrante de salmón, el cual era el ingrediente ideal para comenzar de las mejores maneras posibles nuestra batalla gastronómica particular.





Ya entrando en harina, el inicio fue a base de un clásico de la casa, pero catalogado por muchos como el plato estrella de la casa, debido a los años que lo llevan ofreciendo, y siempre al máximo nivel: fritos especiales de la casa. Maravillosos, esa es la palabra adecuada. Si uno desea aprender a cocinar una de los mejores bechameles, desde luego, que Lasa será la mejor escuela.





Otra de las especialidades: raviolis de hongos, foie y trufas. No olviden, que como ya habíamos adelantado, todos estos ingredientes son elaborados por el propio Koldo, y ¡¡vaya qué si se aprecia!! La suma de estos 3 componentes construye una pieza gastronómica de final feliz. Sin olvidar, que todos ellos están envueltos por una pasta sumamente delicada. Brillante.




Y como último entrante unas almejas a la plancha exquisitas. Tampoco se puede dudar en ningún caso de la materia prima que con esfuerzo y ahínco adquiere Koldo cada mañana en los mercados más cercanos. Este producto era fiel ejemplo de todo ello. Por cierto, la salsa insuperable, con el toque especial que le otorgaban las guindillas troceadas.





El pescado fue el protagonista de la jornada, sin lugar a dudas; lomo de merluza rellena de txangurro ¿Sabían que su padre elaboraba ya este plato, pero en vez de txangurro el relleno era a base de cangrejos? Y claro, el plato ha sido año tras año el emblema de la casa, sin mejorarlo, puesto que ya es inmejorable. Es un plato de obligada degustación, si se desea adentrarse en la auténtica cocina del Lasa.




En cuanto a la carne, otra de las reinas del imperio gastronómico del Lasa: la caza. Son unos auténticos maestros en trabajar esta complicada faceta de la cocina. Nosotros nos decidimos por el ciervo asado mechado con tocino de Jabugo, puré de castañas, manzana y jalea de grosellas. Sublime. La carne exquisita y la salsa con su toque del vino de Rioja Alavesa, espectacular.





Por lo que respecta a los postres, no es que merezcan un apartado aparte, si no un capítulo entero. Koldo es un auténtico repostero. Así que, prepárense y vean: para ir digiriendo el banquete, sorbetes de limón, mandarina y fruta de la pasión. No se olviden. Todos ellos caseros. Sin trampa ni cartón.






Más lujo; tarta milhojas turrón-crema. El espectáculo además de en el milhojas, que ya es decir, se encontraba en el relleno. Una crema pastelera de quitarse el sombrero, y cómo no el turrón, intachable. Qué se puede esperar de un hombre que elabora cientos de turrones. Eso, sabor y calidad. Superando, incluso, a auténticas casas turroneras.





A continuación, uno de los especiales, y ¿por qué? Porque es de esos postres que además de ser caliente se demanda con antelación: bizcocho caliente de arroz con leche y helado de canela. Yo diría 3 postres en uno, y todos rayando la máxima puntuación. Insuperable y atrevido, al mismo tiempo. Bravo.





Para terminar, muestra de nuestra insaciabilidad, quisimos  hacernos aún, si cabe, una idea más amplia de toda la repostería del Lasa, y saboreamos unos exquisitos pastelitos variados. La verdad que no nos equivocamos; fue un brillantísimo broche de fin de fiesta.







Pero ¡¡ay, amigos!! Cuando nosotros creíamos que todo había terminado, dado que nos encontramos muy cercanos a las fechas navideñas, hete ahí que nos ofrecieron unos dulces muy acordes a la época: galletas dulces de almendras, turrones de chocolate y mazapanes. Si es que al final Koldo resultó más insaciable que nosotros mismos...







Ya ven, Lasa es un auténtico universo gastronómico, pero hay tanto para contar que mejor será que lo visiten, y me lo cuenten ustedes mismos...




Última visita: 06/12/14
Ver ubicación Lat: N 43º 6´ 25.85´´/ Lon W -2º 25´7.28´´
C/ Zubiaurre, 35
20570 BERGARA (Gipuzkoa)


943761055

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Gastronomía gaditana frente al mar

En el día de hoy regresamos a la Tacita de Plata, osease, la bella Cádiz. Origen, por cierto, que ni los lugareños osan a explicar; el más lógico y más socorrido es el de que como está rodeada de mar, seguramente el brillo del agua y sus casas encaladas de blanco refulgieran como la plata (metal blanquecino), explican esa denominación. Algo que nosotros, por otra parte, sí que pudimos comprobarlo con nuestros propios ojos, dado que el restaurante Bahía del Parador de Cádiz nos permitía gozar de dichas vistas en todo momento. Por tanto, el sentido de los ojos estaba ya ganado. Ahora vayamos a por el del gusto.










Primero, como ya saben, si son asiduos lectores de este blog, cierto respeto, porque un servidor no es gran amante del binomio hotel+restaurante. Sin embargo, para mi tranquilidad y la de ustedes, las expectativas se superaron ampliamente. Además de las ya mencionadas impresionantes vistas al mar, se deben destacar las líneas vanguardistas del edificio, amén de una cocina con lo mejor de la zona y toques modernos e innovadores. Por lo que pueden comprobar, el guión del filme gastronómico es apetecible 100%. A continuación los detalles.







Como primer plato, un exquisito arroz caldoso con langostinos y alcachofas. No sólo la zona del Levante es una tierra de arroces; Cádiz también es un maestro en dicho menester, algo que lo demostró sobradamente con el arroz que degustamos. Arroz en su punto, caldo sabrosísimo, y ese toque especial que tiene la cocina del Bahía, al conjuntar el plato con el sabor de la alcachofa. Magnífico.





El segundo plato, uno  de los más fieles representantes de la cocina gaditana: taco de atún a la plancha, tomatito caramelizado en jengibre y salsa suave de soja. Combinación del típico atún rojo de almadraba de Cádiz con sabores nipones, puesto que el jengibre y la soja es un evidente guiño a la cocina japonesa. El resultado sorprendente y espectacular.






Y para finalizar, un buen postre, como mandan los cánones. Tartita de manzana caramelizada con helado de ron y pasas. La textura de la tarta y su sabor para recordarlos durante mucho tiempo; algo más que objetar en lo que respecta al helado. Si bien el helado estaba impecable en su elaboración, nada de extrañar, por otra parte, porque los gaditanos también dominan esta materia, al igual que los valencianos, quizás el sabor del ron era excesivo. Pequeño detalle.



Si desean mar y gastronomía, sin duda, el restaurante Bahía del Parador de Cádiz les está esperando.


Última visita: 21/11/14
Ver ubicación Lat: N 36º 53´ 99´´/ Lon W -6º 31´30´´
Avda. Duque de Nájera, 9
11002 Cádiz 

34 956226905