miércoles, 27 de junio de 2012

Amistad en los fogones

Una vez más tuve el placer de degustar las exquisiteces que nos ofreció mi gran amigo Aingeru Etxebarria. Debo de señalar, antes que nada, que fue algo especial, porque se trataba de una propuesta realmente arriesgada. El reto consistía en un menú para 17 personas en un entorno, cuando menos, dificultoso para el gran chef: todo el evento se celebró en una escuela de cocina. En definitiva, elementos un tanto adversos, por lo que los pequeños errores cometidos no deben de ser tomados en cuenta. De hecho, en un restaurante con todas sus capacidades, Aingeru hubiera dado muchísimo más de sí. No obstante, sólo los grandes como él, se atreven a arriesgar.





¿Y dónde se celebró tal magno evento? Dentro de la Alhóndiga de Bilbao, la cual alberga en uno de los edificios más representativos de la ciudad un espacio cultural y de ocio con una variada oferta para todas las personas que lo visiten. Y precisamente, dentro de este bello edificio se ubica la escuela de cocina Yan Eskola. Lugar donde se hicieron realidad nuestros más sensuales sueños gastronómicos.






La primera fantasía culinaria que pudimos degustar fue un salmón marinado en casa con disco de patata confitada, suave mayonesa de eneldo y su rúcula guarnecida. Todo en su punto: color, sabor, aroma y textura. Nada que objetar.








En el siguiente plato tenía todas mis esperanzas depositadas, pero... El manjar llegó templado-frío a la mesa, y eso, evidentemente, lo acusó la vianda. Sin embargo, hay que destacar una vez más, en descargo de Aingeru, que sus medios eran muy limitados. Por tanto, el artista está perdonado. Y a todo esto, ¿de qué plato se trataba? Pues de un jugoso revuelto de boletus edulis con cebolla pochada y huevo de caserío. Sabrosísimo y exquisito. Sólo el problema de la temperatura.





Y llegó el momento de los platos principales. En el apartado de pescados, como siempre un clásico: merluza de anzuelo en lomo rebozada con sus piquillos confitados. El pescado ciertamente fresco (algunos de los comensales aseguraron que llegó frío a la mesa, aunque no es mi sensación), con un acompañamiento bien escogido. Los pimientos caseros estaban sensacionales.





Y para finalizar, antes de llegar al momento más dulce de la tarde, la carne: carrillera de ternera flambeada y guisada al vino tinto rioja y emulsión de tubérculo ¡¡Qué les puedo decir de esta maravilla!! Para lograr una salsa tan ligada y ese sabor, no hay otro truco que el trabajo bien hecho en mayúsculas. Y así me lo confesó Aingeru. Las carrilleras fueron cocinadas con la mayor de las dedicaciones posibles. Trabajo arduo de víspera, para obtener el máximo de dicho producto. Enhorabuena.








Y sin darnos cuenta, alcanzamos el momento más goloso. A falta de uno, dos postres. Comenzamos con un sorbete de mandarina al txakoli. Inmejorable elección para poder ir digiriendo los anteriores placeres culinarios ¡¡Bendita combinación de mandarina y txakoli!!













Y el final de los finales fue apoteósico. Una tarta goxua hecha en casa que rayaba la perfección ¡¡Eran tantos los ingredientes que se manejaban!! Leche, crema, caramelo, bizcocho... Magnífico broche de oro.









Y antes de dar por acabado mi texto semanal, me veo en la obligación de concederle unas líneas más al gran Aingeru. Les recuerdo que quien lo desee tiene las puertas de su escuela abiertas de par en par, para recibir cualquier tipo de curso. Un foro de conocimientos gastronómicos que pretende no sólo enseñar a cocinar sino también enseñar a comer. El propio Aingeru les inculcará hábitos saludables de alimentación y les despertará los sentidos al placer de comer productos naturales. Y si esto no es más que suficiente, nuestro querido Aingeru cumple a la perfección el papel del chef en casa. Si alguien desea dejar boquiabiertos a sus comensales, no duden en llamarle.

Aingeru es sinónimo de éxito. De veras.



Última visita: 22/06/12
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Plaza Arriquibar, 4 - 48010 Bilbao
                                                  
94 413 36 36

lunes, 18 de junio de 2012

Más que una cocina de calidad

Hoy vamos a dedicar un poco de nuestro tiempo a mostrar las bondades de un local gastronómico, que nació no sólo con el afán y entusiasmo de procurar satisfacer al máximo a los más exigentes paladares, sino que fue aun más allá; a los cinco años de que se inaugurara este mágico restaurante decidieron que los chefs más prestigiosos pudieran compartir sus sabios e inmensos consejos. De este modo, se creó el Congreso de Alta Cocina de Vitoria-Gasteiz, el cual es ya toda una referencia internacional, dado el sinfín de brillantes gastrónomos que han pasado por él. Todo esto y muchas cosas suceden en el restaurante Zaldiaran sito en Vitoria-Gasteiz.






¿Y quién es el responsable de este gran proyecto? Un tipo muy vivo e inquieto como Gonzalo Antón, el cual ha sabido rodearse de un gran equipo, en el que destaca el chef Patxi Eceiza, que siempre tiene una sorpresa preparada, para incluso el más experto de los comensales. Asimismo, de entrada os podría subrayar entre sus miles de logros y galardones, uno que en muchas ocasiones puede resultar un argumento muy válido: se trata del único restaurante de Vitoria con una estrella Michelín. El principio no es malo, ¿verdad, chicos?





Otro factor a considerar, ya que puede ser un aspecto muy positivo, es la variedad y multitud de salones. Evidentemente, puesto que se organizan diversos eventos, hay salas que se adaptan a las necesidades de cualquier grupo, lo que le otorga un valor añadido a este espacio gastronómico de obligada visita. Y ahora lo más importante: el yantar. Recomendación primera; en lugares de este tipo (si son asiduos lectores de este blog seguro que esta lección la tienen más que aprendida) hay que optar siempre por el menú degustación. Ello nos permitirá formarnos una idea bastante certera de lo que el establecimiento está en disposición de poder ofrecer.





Más recomendaciones. Déjese llevar por los colores, aromas y sabores que va a tener oportunidad de disfrutar. Estoy seguro que van a permanecer en su recuerdo durante mucho mucho tiempo. Finalmente, olvídense de ese falso mito que señala que uno debe acudir con el estómago lleno, para posteriormente no desfallecer. Nada que ver con la realidad; acudan con el estómago dispuesto para grandes emociones y más que aceptables cantidades ¿Con 4 entrantes, una ración de pescado, otra de carne y un postre, existe alguien en este planeta que pueda quedar hambriento?


En definitiva, una cocina vanguardista, donde lo principal es el amor a la gastronomía en todo su esplendor.


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Avenida de Gasteiz, 21, 
01008 Vitoria-Gasteiz,

945 13 48 22

martes, 12 de junio de 2012

La base está en el producto

Esta vez tuve la inmensa suerte de disfrutar de una jornada gastronómica más que interesante en un lugar, en el cual se prima al producto, bien sea carne, bien sea pescado, sin ningún tipo de adorno y disfraz. Se trata del restaurante Zarate sito en Bilbao. Su pasión por la defensa a ultranza del producto viene avalada por la experiencia profesional adquirida en otro restaurante, de mismo nombre, que regentan en el bello pueblo pesquero de Lekeitio (Bizkaia). Obviamente, esto les permite tener a su disposición el pescado más fresco con enorme facilidad. Y claro, nosotros los comensales lo agradecemos eternamente.





El comienzo fue soberbio ¡¡Qué placer poder degustar unos huevos autóctonos sabrosísimos, con una crema de patata espectacular y una trufa rallada inmensa!! Plato bien elaborado y conjuntado. Ningún producto hacia sombra al resto. Todos y cada uno de ellos ofrecían su esencia y sabor en su máximo esplendor, que es en definitiva de lo que se trata. Mis más sinceras felicitaciones.





Y llega el momento conocido por todos, el de la carne y pescado. Comenzando por el primero les debo de confesar que tuve la oportunidad de paladear uno de mis mejores solomillos, y eso no es "moco de pavo", precisamente, dado que un servidor ha devorado ya en su larga carrera gastronómica un sinfín de este tipo de piezas. Pues bien, la carne se deshacía entre los dientes, cual hilo de oro. Fabuloso. Mención especial también para el acompañamiento; patatas correctas y unos pimientos rojos, que demostraban que eran realmente caseros, tal era su sabor delicado y cuidado.





En cuanto al pescado, quien les escribe tuvo un mar de dudas en la elección. Como ya les ha comentado anteriormente, todo el pescado que reciben es más que fresco, puesto que disponen de otra sede operativa junto al mar. Por ello, ofrecen rodaballos, meros, bacalaos, lubinas, besugos... de primerísima calidad. Pero yo esta vez quise ser algo más original y opté por los chipirones en su tinta. Buena elección. Su carne estaba lo suficientemente tersa y, sobre todo, destacar la salsa negra. Muy bien ligada, lo que tiene una dificultad importante.






 
Y como siempre, la apoteosis final,  el postre. Pastel fluido de chocolate. Verdaderamente un homenaje en toda regla a uno de los productos más queridos por los golosos de primera categoría. Quizás un poco excesivamente empalagoso, en mi modesta opinión, pero si uno es un enamorado del chocolate aquí se va más que "jartar".







 
Y luego un cafecito y "san se acabó". Café acompañado con unos dulces de coco cortesía de la casa para endulzar, si cabe, un poco más el final. Por cierto, dulces que creaban una sensación digestiva placentera. Habrá que hacerse con la receta...





Así pues, si desean enfrentarse cara a cara con el producto, sin aderezos ni disfraces de ningún tipo, este es el lugar a visitar. Los sabores vírgenes del producto a vuestra completa disposición.



Última visita: 09/06/12
Web del restaurante (no dispone)
Ver ubicación          
Licenciado Poza, 65
48013 Bilbao
                                                  
944 41 65 21


martes, 5 de junio de 2012

Productos de calidad

Esta vez queridos lectores opté por poner a prueba una vez más el binomio hotel-restaurante, del que como bien sabéis, un servidor no es un gran amante. No obstante, esta vez el resultado fue óptimo. La excepción confirma la regla como diría aquel. Se puede asegurar, sin miedo a equivocarse, que el Restaurante Ulía del Hotel Costa Vasca, ubicado en la bella capital guipuzcoana de San Sebastián, cumple las expectativas, a pesar de ser parte de un hotel. Alguna vez tenía que ser...








La elección del menú fue un poco distinta a la de otras ocasiones; degustación de dos entrantes, un segundo y desde luego un final feliz y dulce, con su correspondiente postre. El inicio fue clásico y tradicional, pero sabroso y de calidad: un gran plato de jamón ibérico de bellota.






 




A continuación, un plato algo más innovador: hojaldre de puerros y setas con ensalada premium. Hojaldre más que aceptable, con unos puerros muy sabrosos y unas setas exquisitas. Todo ello acompañado por una ensalada que aligeraba el plato y le otorgaba un colorido especial. Acierto. A destacar, si cabe la construcción y el diseño del plato.








¿Y qué les puedo decir del plato principal? Pues uno como carnívoro que es, que el disfrute fue máximo. Tuve el inmenso lujo de paladear un solomillo con salsa de piquillo acompañado de calabacín. La carne estaba en su punto (vuelta y vuelta) y la salsa era auténtico pecado ¡¡Las papilas gustativas entraban en verdadero éxtasis!! Y de remate un calabacín horneado que provocaba las delicias del comensal más exigente. Un auténtico deleite para la vista y el gusto.




Y para acabar la serenata, el postrecito. Tarta de queso de la casa con arándanos. Ración perfecta (ya saben, una ración desorbitada puede ser la ruina...). La salsa de arándanos muy sabrosa y la masa de la tarta cuidada y correcta. Bien.





En definitiva, un hotel más en el que se presta atención a la gastronomía. Parece que poco a poco se van animando ¡¡Que siga la racha!! ¿O no se dan cuenta del valor añadido que supone? Esperemos que sean conscientes de ello...


Última visita: 24/05/12
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Avda. Pío Baroja, 15
20008 Donostia-San Sebastián
                                                  
943 317 950