miércoles, 25 de marzo de 2015

Fusión de culturas y gastronomía

Hoy, si cabe, damos un paso más en nuestro amplio y profundo recorrido culinario. Vamos a visitar algo realmente especial. Tras alcanzar una de las costas más bellas de Bizkaia, Uribe Kosta, concretamente, alcanzaremos Barrika, un municipio con las mejores vistas de la zona. Y una vez allí, para nuestra sorpresa, encontraremos unos cactus gigantes de hierro oxidado, o una mítica furgo Wolkswagen T2 azúl serigrafiada, según del sentido en la carretera de la que provengamos ¡¡Nos dijimos todos nosotros, esto promete muy mucho!!Si estas fueron las emociones que disfrutamos en el exterior del recinto, prepárense a conocer los encantos internos. Lugar, al que todavía, dadas las grandes emociones, no le hemos mencionado por su nombre. Estamos hablando del maravilloso El Milagros. Al César lo que es del César.




Para comenzar, decoración más bien mexicana con la que imagino será la Virgen de Guadalupe, “protegiendo” y dando el visto bueno al comedor. Y muchos espacios, lo que convierten al lugar en un divertido laberinto: el bar en sí (Sushi-bar), un cómodo salón, el restaurante y una estupenda terraza donde con días agradables y quizás, más aún, con noches de buena temperatura, puedes disfrutar de una buena copa con buena música. Este anticipo decorativo nos hace presagiar que estamos ante una fusión de comida mexicana y japonesa, que, por cierto, la bordan. Y la guinda para este lugar: El Milagros fue durante 2013 uno de los escenarios del rodaje de la película basada en la trilogía de intriga 'Versos, canciones y trocitos de carne' de César Pérez Gellida. Si es que el local es pura magia...







Como ya les ha anticipado en El Milagros encontraremos Cocina Latina y Japonesa. Es cierto, que últimamente este tipo de fusiones está muy de moda, pero en este caso no es cuestión de moda, simplemente, es cuestión de calidad. Para empezar el festival, los típicos Totopos con 3 salsas: 3 quesos fundidos, guacamole y chile chipotle. Los totopos, similares a los nachos, exquisitos, y la variedad de salsas, espectacular.




Y aun otro entrante más, para saciar nuestra gula nocturna: ceviche pacífico ¡¡Pero vaya ceviche, queridos amigos! Calidad e ingredientes muy especiales y exclusivos: pez platino, espuma de maíz y humo y cebolla encurtida en flor de Jamaica ¿Alguien da más? Como podrán ir comprobando la base del Milagros se centra en productos propios de sus culturas, difícilmente alcanzables. De veras que se agradece dicho esfuerzo. 



Los platos principales, igualmente, soberbios. 3 fueron los escogidos y todos superaron el notable. En primer lugar, el taquito de ternera y verduritas a la plancha con salsa chipotle y verde más guacamole. Delicatessen pura. Producto que llegaba a la boca y sin esfuerzo alguno se depositaba en nuestro estómago. La máxima expresión de la delicadeza en un plato.




El segundo plato, tampoco se quedó corto para nada, sabiendo que además es uno de los símbolos de la gastronomía azteca, por lo que no nos podían decepcionar: enchilada de pollo y verduritas con salsa chipotle y verde más guacamole ¿Qué se puede decir acerca de este plato? Pues que si son amantes de las enchiladas, esta les va a dejar un recuerdo inolvidable. Se lo aseguro.






Y el tercero, carne de la buena: solomillo, hueso de yuka, crockets más cebolla a la brasa. Insuperable la mezcla de sabores. El toque de la yuca junto a la carne, realmente espectacular. Bienes totalmente complementarios. Este es un ejemplo nítido de lo que es El Milagros: fusión sublime de productos. Perfección máxima.





Y no se vayan, porque los postres también son de matrícula. Ya saben que la gastronomía mexicana tiene una mano especial en el tema de los dulces. Por lo que nosotros no fuimos una excepción y quisimos degustarlos  Por un lado, fruta fresca con helado de guanábana y milo. Fruta exquisita, pero a destacar los helados. En El Milagros todo tiene su personalidad, hasta los helados. Nada de fresa, chocolate, plátano, vainilla...





Y por último, el postre que es ya todo un clásico en nuestras mesas: volcán de chocolate y dulce de leche más heladito casero. Pues para definir esta magia de postre solo con una palabra nos es más que suficiente: delicia. En pocas ocasiones existe la posibilidad de ver y saborear como el chocolate se derrama nada más romper el bizcocho. Bravo.




Ya ven, si quieren disfrutar de ambiente, vistas, cultura y una gastronomía de fusión de calidad, El Milagros es el lugar más indicado para ello.


Última visita: 18/03/15

Carretera Sopelana-Plentzia
Calle Bideondo nº1
(48650) Barrika-Bizkaia

+34 946770235

lunes, 2 de marzo de 2015

Las mil posibilidades del jamón

Hoy nos situamos en pleno centro de Bilbao, con el objetivo de visitar La Viña del Ensanche. Un lugar tradicional y con empaque, y muy querido por todos los bilbaínos, ya que desde el año 1927 les acompaña en sus vidas. Más de 80 años manteniendo ese mobiliario tradicional, pero elegante y vistoso, donde las patas de jamón "Joselito" son el auténtico orgullo y símbolo del local. Un espacio en el que se combinan unas tapas y raciones en la barra con una cocina de miniatura, que denomino yo, en las pequeñas mesas de mármol y taburetes de madera.






Hablando del lugar, sí que puede que resulte un poco ruidoso y bullicioso, ya que a la apretura de las mesas se le une que la barra siempre está ocupada por multitud de personas; la verdad es que difícil solución hay. Y en su descargo se debe señalar que es señal de éxito que el local siempre esté a rebosar. La fama le precede a La Viña del Ensanche. Una fama más que merecida, por cierto; más de 80 años produciendo auténtica calidad y sin que está se haya resentido ni un ápice. Un éxito que comienza y finaliza en el jamón, pero, claro, no un jamón cualquiera; estamos hablando del gran "Joselito". Comienza el espectáculo.







Optamos por un menú degustación, el cual les recomiendo encarecidamente. 4 platos para compartir, 2 platos individuales y 2 postres. Magnífico. El comienzo fue, evidentemente, con su producto fetiche: ración de ibérico con tomate y chapata recién horneada. Pocos alimentos pueden mejorar a un jamón de calidad.





Que siga la fiesta. A continuación unas exquisitas croquetas de jamón "Joselito". Ya ven, ese Dios del jamón siempre presente en nuestro pequeño homenaje gastronómico. No sólo eso, puesto que la elaboración de la croqueta fue de 10. Bechamel ligera y con un sabor inolvidable. Bravo.






Y por arte de birlibirloque La Viña nos ofrece, siempre guiados por el espíritu "Joselito", un plato más personal y más elaborado, al que denominan Joselinnis: lomo "Joselito", manzana, foie y queso gratinado sobre pan de cristal. Impecable presentación y una delicia sin fin para el paladar. 




Como último plato a compartir, y saliendo ya del imperio "Joselito", un guiño a la cocina oriental, que, por cierto, los tiene muchos y buenos La Viña: atún rojo marinado a la plancha. Ese atún casi crudo resulta tan jugoso, que uno prácticamente no tiene que hacer uso de las glándulas salivares. Se deposita en el aparato digestivo sin dificultad alguna. Ejemplo de plato bien entendido; sí señor.




Momento de atacar a los platos individuales. Como mandan los cánones alimentarios, pescado y carne. En cuanto al pescado, como no podía ser de otra manera, un clásico de la cocina bilbaína: bacalao a la plancha con pimientos rojos asados. Producto de calidad con una elaboración excelente. Fórmula, por tanto, en la que la incógnita a despejar siempre acaba siendo éxito con mayúsculas.






Por último, en el apartado de la carne regresamos al universo "Joselito": carrillera ibérica "Joselito". Si ya de por sí se trata de un producto delicado y exquisito, imagínense si la materia prima tiene denominación de origen. Miel sobre hojuelas.  








En cuanto a los postres, no se alarmen, "Joselito" descansó. Por un lado,  crema gratinada de frutos rojos y helado de queso. Sorpresa más que grata. Una crema realmente ligera y un helado casero de verdad. Buen dominio repostero.





Y en el último postre, más imaginación, si cabe; se atrevieron a ofrecernos unas sorpresas de chocolate y golosinas de todo tipo. Fin de fiesta apoteósico, sin lugar a dudas. Cuesta creer que en un lugar así, donde lo tradicional impera, lo bien que se desenvuelven en el arte más dulce. Seguro que los más golosos lo agradecerán.





Si aman el jamón en toda su esencia, no existe otro lugar más que La Viña del Ensanche.


Última visita: 27/02/15

Calle Diputación, 10
48008 Bilbao

944 155 615