miércoles, 29 de abril de 2015

Del plato más innovador a la pantalla televisiva

Hoy lujo de primera, puesto que visitamos a un chef que ya es un grande, y lo va a seguir siendo: Jordi Cruz ¡¡El futuro es suyo!! Conocido por su presencia televisiva en el programa MasterChef, donde es un miembro del jurado realmente implacable. No obstante, su valor se encuentra en sus habilidades culinarias, dado que con solo ¡¡36 años!! Ya posee 3 estrellas Michelín; 2 con el restaurante ABaC de Barcelona y una con el restaurante que nos compete hoy: el Angle sito en el hotel Cram de Barcelona. Si en principio podría tratarse de la segunda marca barcelonesa tras el ABaC, el paso del tiempo nos ha demostrado que no es así; Angle se ha convertido, con todo merecimiento en un restaurante gastronómico de altísimo nivel.






Jordi acompañado de un equipo joven no deja de sorprender en cada plato vanguardista que elabora: modernidad y calidad al servicio del comensal más exigente. En consonancia con dicha creatividad se ha escogido una decoración elegante, minimalista, limpia y sobria; en dicho espacio se combinan dos colores, tales como el blanco luminoso y rojo muy medido. En definitiva, además de la gastronomía en sí, todo lo que le rodea, igualmente, cuidado hasta el más mínimo detalle. Y ahora, sin más dilación, la mayor de las aventuras gastronómicas va a comenzar...







Primero, los aperitivos; a cual más sorprendente ¿qué les parece unas burbujas de Bloody Mary con helado de apio y lima? Si veníamos un tanto "delicados" por una posible velada más larga de la cuenta, el antídoto ideal ya estaba presto en la mesa. Soberbio.







Continuemos. Caballa ahumada con ajoblanco. Otro entrante refrescante a base de una sopa blanca fría, típica del sur, con una caballa inigualable. La verdad es que el comienzo fue más que esperanzador.








Pero aún había más aperitivos; aquello era una absoluta locura. Y a cual más innovador: foccacia con champiñones, foie y caldo de ternera. La verdad es que la masa era auténtica delicadeza. Un manjar en cuanto al sabor y a la textura. En lo referente al caldo, menos delicado, pero igualmente efectivo por lo que respecta al sabor. Inolvidable.





Bueno, punto y seguido con los aperitivos, y vayamos con los entrantes. Conociendo el dominio en la elaboración de arroces, no dudamos en ningún instante en escoger el arroz cremoso de marisco con foie gras y gamba de Palamós, aceite cítrico y avellanas tostadas ¡¡Y vaya que si acertamos!! Además si los complementos son de una categoría tal como la gamba de Palamós, el éxito del plato está más que garantizado.




A continuación, el plato que, en mi humilde opinión, fue el gran descubrimiento de la jornada: canelones de jarrete asado con setas, foie, trufa y bechamel con leche de cabra ¿Ya sólo leyendo los ingredientes, no se les hace la boca agua? Una vez más, Jordi demostró el arte que tiene en la elaboración de masas y pastas. Si la foccacia era pura delicadeza, lo del canelón fue indescriptible. Y todo acompañado por maravillas de la tierra, y sobre todo, por un jarrete que no requería de dentadura; se ingería solo. Magia.



Momento de platos principales. La fiesta continúa. En el apartado de pescados, un lomo de rape asado con gamba de Palamós, texturas de picada, guisado de pieles y romesco avellana. De nuevo, la espectacular gamba de Palamós hace acto de presencia. Para qué cambiar, si se dispone cerca de un producto de tan magna calidad. Y todo el conjunto era un cuadro gastronómico que lo firmarían los más ilustres chefs internacionales. Bravo.



Para finalizar, la carne: pintada asada y ahumada al carbón con foie gras y berenjenas con toques de mostazas y pieles cítricas. Si es cierto que la pintada no es un ave muy popular, en Cataluña sí que se degusta cada vez más. Desde un luego, un servidor la recomienda vivamente; cuando la prueben, se convertirá en una asidua de sus mesas. En este caso, la pintada que se nos presentó era de las top. De veras.




Y aún hay más, no se vayan. Ya sé que los más golosos siguen ahí, pero voy a reconvertir a los más reacios hacia el dulce. Por un lado, para los verdaderos amantes del chocolate, postre de los que no pueden perderse; Belga Ale: chocolate, café, aceituna negra y toffee. Manjar de dioses, en caso de ser chocolateros.





Y por otro lado, uno más refrescante: coco, yogurt, manzana verde y yuzu. Sensación de adentrarnos en Japón, donde la gastronomía se encuentra a merced de la naturaleza. Y a medida que se iba saboreando el postre, uno no dejaba flotar y relajarse. Muy buen broche final.






Muy generosos en el apartado de los dulces cortesía de la casa: sabrosos petits fours más un postre especial soberbio. Mil gracias.



Angle, sinónimo de todos los detalles gastronómicos, les espera.




Última visita: 31/03/15

Carrer d'Aribau, 54
 08011 Barcelona

932 16 77 77

miércoles, 22 de abril de 2015

Cocina creativa en plena naturaleza

Hoy, una sorpresa más. En esta ocasión nos adentramos en un pueblo muy cercano a Soria, pequeño de tamaño, pero enorme en cuanto a su belleza: Almarza. Allí nos alojamos, cautivos de su belleza, en un lugar más bello si cabe, que no era otro que el Centro de Turismo Rural El Morendal. Hete ahí que su restaurante no le iba a la zaga, y también era una joya gastronómica, por lo que nos vimos "más que obligados" a saborear sus manjares. Desde luego nos sorprendió muy gratamente encontrar un lugar tan especial en un paraje así.






¿Motivos de la sorpresa? Sobre todo, que tratándose de un pueblo tradicional, el restaurante presenta una magnífica cocina moderna, vanguardista y creativa. Eso sí, sin olvidar jamás el producto fresco y de temporada que ofrecen las ricas tierras sorianas. Y si a todo ello unimos la elaboración cuidada y esmerada que realizan en cada uno de los platos, pues el resultado es de nota.






El comienzo fue ligero a priori, dado que una vez llegada a la mesa la imponente ración, cambiaron radicalmente nuestros pareceres. Se trataba de una ensalada de ventresca y pimientos asados de dimensiones espectaculares. En línea con la cocina de El Morendal la presentación y el diseño del plato fueron muy meritorios.





El otro entrante fue aún más vistoso e innovador: saquitos de hojaldre rellenos de verduras. De menor volumen que el anterior plato, pero todavía, quizás, un poco excesivo. Este es uno de los platos pensado para la emergente cocina en miniatura; por ello, si optan por reducir la ración el plato quedaría redondo, puesto que en cuanto al sabor y calidad no hay nada que objetar.




A continuación, elección clásica. Por un lado, carne, y por otro, pescado. En cuanto al primero, solomillo de ternera con patatas y pimientos verdes. De primerísima calidad. No olviden, que estos parajes sorianos están repletos de terneras, por lo que materia prima existe de sobra, y además son unos auténticos profesionales en su elaboración.





En cuanto al pescado, otro clásico: merluza de pintxo a la romana con patatas fritas. Una vez más, el problema del tamaño. No es reconfortante ni atractivo, encontrarse con tal ración. Es cierto que el producto era fresco, de primera calidad y frito en su punto, pero...







Postre. Espectacular. Bizcocho cremoso de chocolate caliente, culis de fresa y helado de frambuesa. Sorprendente, inesperado, asombroso, extraordinario... todo lo que denote sorpresa cabe en este manjar. Un servidor, que como bien saben, es más que exigente con este postre, tiene que reconocer que el dulce ofrecido superó ampliamente las exigencias demandadas.



Respirar aire puro y degustar una comida más que brillante; todo eso y mucho más es El Morendal.

P.D. Tienen una nueva encuesta a disposición ¡¡Anímense a votar!!


Última visita: 01/04/15

Ctra. del Povar, 2
42169 Almarza (Soria) 

646 19 82 87

miércoles, 15 de abril de 2015

Rey de la carne

Hoy viajamos a un lugar que, para los que tienen buena memoria y son algo maduritos, les va a resultar bien familiar: Banyoles en la provincia de Girona. Lugar conocido, dado que en el lago de dicha población se celebraron las pruebas olímpicas de piragüismo de Barcelona 92. Por tanto, viaje gastronómico-cultural-deportivo ¡¡Ahí es nada!! Y allí, encontramos un lugar muy especial para poder disfrutar y saborear la rica gastronomía catalana, que no es otro que El Capitell






¿Qué podemos decir del lugar? Sobre todo, se debe destacar su sencillez, que también se plasmaba en el personal. Hablando del personal, la dirección del local la lleva un matrimonio (Imma Besalú, jefa de sala; Miquel Cros, cocinero), y eso, desde luego, que luego  se nota en la cercanía y trato hacia los distintos comensales. Una pareja que lleva 10 años delante de los fogones, mejorando día a día, siendo su especialidad principal la carne a la brasa.





En esta ocasión no optamos por una decisión clásica de primer y segundo plato, y nos decidimos por 3 entrantes y un segundo, con el fin de poder degustar más platos. Comenzamos con una más que refrescante ensalada de tomate, lechuga y aguacate. Buena manera de refrescar las papilas gustativas, dado que el producto era de primera calidad, siendo esta la premisa principal de cualquier plato.




Más. Pimientos rellenos de bacalao. Sencillo, pero complicado al mismo tiempo. Se trata de un plato, sin pretensiones, pero si se elabora con maestría, como fue el caso, se convierte en uno de los mayores manjares. De nuevo, el producto, el pimiento, de primerísima calidad, a lo que se unió una bechamel espectacular y una salsa bien ligada y sabrosa.





Y como tercer entrante, el más vanguardista y sorprendente: rigatoni con setas y caviar de trufa negra. Realmente para chuparse los dedos. Si algo hubiera que criticar es la escasez de la ración ¡¡Tanto nos gustó que nos supo a poco!! Desde luego fueron dignos representantes de "lo breve, dos veces bueno".







Por último, el plato estrella del lugar: chuletón de buey con 30 días de maduración. Destacar que la carne se corta al momento, pudiendo escoger piezas de mayor o menor peso. Todo ello nos hacía presagiar algo muy bueno, como así sucedió. Pura magia emplatada.








Sí. Hubo hueco para el postre: un delicioso mousse de chocolate blanco. Excelente rúbrica. Nada empalagoso, fino y dulce. Evitaron caer en pomposidades excesivas, y ofrecieron algo sencillo, pero exquisito. Muy bien.





Ya saben, comen bien y luego se dan una vuelta por el lago olímpico. Buen plan, ¿verdad?



Última visita: 30/03/15

Plaça Major, 14
17820 Banyoles

972 57 31 24

miércoles, 8 de abril de 2015

Versión gastronómica de El Celler de Can Roca

Ya de vuelta de nuestro periplo vacacional, regresamos con más ganas, si cabe, porque eso sí, hemos continuado comiendo mucho y bien, por lo que ya estamos dispuestos a contárselo de la mejor de las maneras posibles. Y comenzamos con un auténtico caramelo: el restaurante Roca Moo en el Hotel Omm  de la bohemia Barcelona¡¡Sí, señores lleva el sello de los hermanos Roca!! Se trata del restaurante gastronómico de Joan, Josep y Jordi Roca, que ya llevaban avalándolo diez años. Ahí es nada. Y al frente un chef joven con presente y futuro: Juan Pretel. Una estrella Michelín en su haber, pero no me extrañaría nada que pronto alcanzara la segunda, y sino al tiempo.





Mención especial a la importancia que se le otorga al interior del local; bello, vanguardista, minimalista y práctico. Si es que así, todo debe saber hasta mejor. Regresando a la descripción del interior, se distinguen dos espacios principales: el Roca Moo y el Roca Bar, los cuales se dividen a través de una cocina-barra central y una preciosa estantería celosía que sirven de límite, pero sin romper en ningún momento la armonía que destila el lugar. No conformes con todo esto, los hermanos Roca han apostado porque los clientes interactúen con los cocineros, gracias a una barra en el centro de la sala, en la que además.se preparan algunos platos. Gran iniciativa.





Y tras este circunloquio, llega el momento de vivir inolvidables emociones gastronómicas. Como no podía ser   de otra manera, en un lugar de esta índole nos ofrecieron unos exquisitos entrantes cortesía de la casa, los cuales eran de una elaboración exquisita a más no poder. Y como base platos con la firma de Ferrán Adriá. Desde luego que fue un gran inicio de fiesta.



Esta vez optamos por saborear su rica y vasta carta. 2 entrantes y 2 platos principales. El primer entrante, un espectacular ravioli de cola de buey y gamba de Palamós. Pocas pastas están trabajadas de manera tan brillante. Además de aprovechar los productos de la zona, destacar el permanente guiño a la cocina oriental: plato en toda su esencia; fresco y prácticamente sin cocinar. Exquisito.





El segundo entrante también fue de categoría: arroz meloso de cigalas, setas y alcachofas. Plato ligero, sabroso y fácil de comer, donde los haya. La conjunción de materias primas acertadísima, dado que todos los sabores se complementan de maravilla, y ninguno de ellos oculta las bondades y cualidades de los otros. Bravo.







Momento del pescado. Si me han leído en más de una ocasión, seguro que conocen perfectamente la preferencia e inclinación que tengo por dicho pescado, el cual no es otro que el salmonete. En este caso nos brindaron una auténtica obra de arte gastronómica y visual: salmonetes con suquet y ñoquis de naranja, azafrán e hinojo. Solo un adjetivo es suficiente para describir mi sentir gastronómico con dicha joya: celestial.





Y para terminar, la carne: entrecot madurado de ternera a la brasa con mantequilla de hierbas y texturas de boniato y patata. Todos los detalles cuidados al máximo para que la orquesta gastronómica esté realmente afinada, concediendo de este modo al comensal todas las notas de la manera más sabrosa.






Finalmente, tras banquete de tan magna dimensión, creímos suficiente degustar un único postre, pero vaya postre, señores: la nube. Y entrar en ella era todo fantasía, pues un sinfín de cosas nos esperaban: cuajada, crema, helado... Era como saborear un plato con los ojos vendados. Impresionante e inolvidable.




Como colofón la casa nos obsequió con unas golosinas de diseño, que la verdad sea dicha, hacían mucho más gustoso, divertido y entretenido el café. Si es que el café siempre debe de acompañarse de algo, para que el broche final no desentone con todo lo degustado previamente. Por tanto, mis más sinceras felicitaciones.





Ya saben si quieren saborear a menor escala y mejor precio una espectacular versión gastronómica de los hermanos Roca, Roca Moo les está esperando.



Última visita: 28/03/15

Carrer Rosellón, 265
08008 Barcelona


934 45 40 00