jueves, 3 de marzo de 2022

Gastronomía de producto en un entorno que enamora

En el día de hoy nos acercamos a la que en mi modesta opinión es la más bella y completa provincia de toda España: Girona. Su clima, su patrimonio artístico, su mar, su montaña y por supuesto, su gastronomía hacen de ella un auténtica maravilla. Entre el patrimonio artístico debería destacarse sus alojamientos. Ofrecen unas Masías ¡¡Tan bellas y donde la gastronomía es más que una religión!! Fue precisamente nuestra opción; alojamiento sin igual, Hotel Masía la Palma, cuyo restaurante resultó un placer para todos y cada uno de los sentidos: Sa Poma. Joya que, por cierto, se encontraba muy alejada del mundanal ruido, pues su municipio de acogida, Espinavessa, apenas recogía a 60 habitantes, pero con un entorno envidiable, dado que a muy pocos kilómetros de distancia se halla el lago de Bañolas.





El interior es precioso. Piedra a la vista, con un suelo de terrazo adornado por diferentes mosaicos, techo abovedado con ladrillo caravista, unos cuadros muy relajantes y las mesas bien separadas con una mantelería de color blanco nuclear y butacas comodísimas, En definitiva, todo de diez. En lo que se refiere a lo puramente gastronómico, destaca la fusión entre una cocina catalana y mallorquina. Cocina liderada por las manos de Tona Llovera junto a su hijo Pep Munilla. Ambos dos han apostado por un slow food, donde evidentemente prima el producto de temporada.






Nuestro glorioso menú constó de dos entrantes y dos platos principales. Como primer entrante, una exquisita coca crujiente de setas con burrata ahumada. Un plato típicamente catalán, en el cual demostraron habilidades superlativas. De repetir, sin duda.







Sigamos con los entrantes. Diríamos que de la misma filosofía, pero servido frío en vez de caliente: pulpo a la gallega con parmentier de patata y aceite de pimienta. Cuando hablamos de misma filosofía es, porque la presentación  del plato era muy original, con similitudes de carpaccio. Rico de verdad.






Entrando ya en los platos principales, comenzaríamos por el aparentemente más ligero, al tratarse de pasta: canelones clásicos de l'avi Josep con virutas de queso parmesano y bechamel de setas. Se vuelve a jugar con setas y tipos de queso en un canelón, cuyo grado de cocción era el ideal con un relleno de bechamel óptimo.








Acabamos el festejo, como no podía ser de otra manera, con un producto de cercanía: magret de pato del Empordà. 450 gr a la brasa con patatas con hierbas provenzales, todo ello bien acompañado con unos espárragos trigueros también de la zona, y unas exquisitas patatas a lo pobre.






Y sí, en esta ocasión los más golosos estaban de enhorabuena, puesto que llegó a la mesa uno de los reyes de ese capítulo: coulant de chocolate con helado de vainilla de Madagascar. De los esponjosos, cuyo relleno de chocolate se derrite inmediatamente uno introduce la cucharilla. Perfecto. Como debe de ser.





Con todo esto, que no es ni mucho menos poco, llegamos al final de una velada, que debería ser infinita, por lo memorable del lugar, pero todo tiene un fin. Solución: repetir. Y así lo haremos, dado que Sa Poma merece más de una visita.


Última visita: 09/10/21



Veïnat de la Palma, Espinavessa (Girona) -
Ctra. GI- 554, de Esponellà a Bàscara. HG-0023730


972 193 137