jueves, 7 de abril de 2022

Delicioso en quechua

En el día de hoy visitamos una de las islas más turísticas y deseadas, principalmente por el turismo alemán, que no es otra, que Palma de Mallorca. Allí, concretamente en Sumaq, gracias a la experta recomendación de unos amigos excelsos culinarios nos encontramos con la mejor cocina de fusión peruana-japonesa que jamás haya tenido el placer de degustar. Y sí, como nos anticipa el título de la entrada Sumaq en quechua significa "bueno, rico y delicioso" ¡Ahí es nada! Al mando de todo ello una auténtica maga de la cocina peruana, y mejor conocedora que ninguna de dicha cocina, pues nació al sur de Cuzco. Tras superar innumerables momentos amargos en su vida, Irene Gutiérrez, chef autodidacta y metódica donde las haya, ha creado esta auténtica joya.





Del local tenemos que destacar algunos aspectos. Como todos los comienzos son complicados, se ubicaron en un espacio muy reducido con una minúscula cocina, pero en un solo año, 2014 concretamente, ya se trasladaron al local actual, mucho más grande y cómodo, acorde a las prestaciones espectaculares que ofrecen. El interior es muy luminoso, agradable, moderno y elegante con un homenaje a todo lo relacionado con la cultura Nikkei, que da origen a la anteriormente citada cocina de fusión peruana y japonesa, derivada de la masiva emigración de población nipona a Perú, tras la primera sino-japonesa.





Llega ya el momento de chuparse los dedos. En un lugar así, era obligatorio degustar un menú degustación, hecho que cumplimos estrictamente. El inicio fue el lógico. El cóctel más famoso de Perú: shot de pisco sour. La denominación proviene de la unión de las palabras "pisco" (un tipo de aguardiente de uvas) y "sour" (en referencia a la familia de cócteles que utilizan limón como parte de su receta). Más importante que la propia denominación fue lo suave y fresco que estaba. Delicioso.







Otro entrante más: chorito a la chalaca, que es una especie de mejillón estilo peruano. A este se le añade cebolla y tomate picados, granos de maíz hervido, culantro y jugo de limón. No, no se trata de un error de escritura. Tenemos culantro y cilantro. En este caso la elección fue más acertada, porque el aroma del primero es mucho menos intenso. Enhorabuena.






A continuación, un plato que marcará mi destino gastronómico: la majestuosa sopa de chuño negro, elaborada con patata deshidratada en invierno de las alturas del Cuzco y servido con queso andino y secreto ibérico. Es considerada como el manjar del Rey Inca de la época, y la verdad que los motivos sobran para ello.






El esperado referente de la cocina peruana llega a nuestra mesa, pero en tres modalidades, en vez de una sola: ceviche Nikkei, ceviche exótico y ceviche clásico. La secuencia correcta de ingesta era de derecha a izquierda, según la imagen. Del más japonés al auténticamente peruano, con una evolución del picante in crescendo. Soberbio.






Momento ya de los platos principales. Primero el pescado, con gran sorpresa para un servidor, dado que se trata de uno de mis pescados fetiches: gallo de San Pedro con langostino Black Tiger y salsa huancaina. Esta merece una mención, porque además de no conocerla, estaba exquisita. Se trata de una salsa cremosa hecha con ají, queso y leche evaporada. Su origen radica precisamente en la hermosa ciudad de la sierra, Huancayo, de allí su nombre. Y, por supuesto, sin olvidar a nuestro querido gallo San Pedro, el cual cumplió las expectativas con creces.



En cuanto a la carne, tampoco esperaba que me sorprendieran con un sabroso solomillo de ternera a lo pobre flambeado. Quitemos lo de pobre, puesto que iba sobrado de acompañantes: quinoa, huevos de codorniz, crema de trufa blanca y chips de patata. Supongo que lo de pobre sería por lo del huevo y lo de las patatas, pero, en definitiva, estábamos saboreando, con gran placer, tres platos en uno. 





Para acabar, como mandan los cánones, un buen postre: dama rosa. Espuma de arroz con leche y vainilla con texturas de chicha morada, de ahí el color morado que impera en el dulce. Buen broche final para un apoteósico festín de los sabores.





Si desean degustar un palacio gastronómico de la cocina Nikkei, ninguno superará a Sumaq. Doy fe.


Última visita: 02/04/22

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Calle Cotoner, 44
07013 Palma de Mallorca (Islas Baleares)




  
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