lunes, 25 de septiembre de 2023

La juventud al poder

En el día de hoy visitamos un local que acaba de despegar en el mundo gastronómico, concretamente su despegue fue en este mes de junio, y al que le auguramos un muy buen futuro y largo recorrido aún para aterrizar. Se trata del restaurante Martxo en pleno centro de Bilbao, liderado por tres jóvenes apasionados y entusiastas de los fogones: Javier Unzueta, Asier Aburto, y Aitor Martín. El origen del nombre del restaurante nos sugiere la primera reflexión. Martxo (marzo en euskera) es el mes en el cual nacieron todos los artífices de esta joya gastronómica. Duda resuelta. En el aspecto culinario las dudas son menores. Ellos apuestan decididamente por una gastronomía tradicional aderezada con un toque vanguardista. Buena apuesta, desde luego.



 

Un aspecto a destacar, aparte del gastronómico, es la cuidada selección de vinos de la que disponen y el sinfín de cócteles que ofrecen, por cierto, todos ellos con unas denominaciones más que sugerentes. A nosotros, cortesía de la casa, se nos ofreció un combinado muy refrescante, a base de vermut blanco, ginebra y manzana. Muy buena forma de comenzar el festín. Y una pequeña aportación más, antes de centrarnos en lo que realmente nos interesa y ocupa. Nos espera un coqueto espacio con capacidad para 26-30 comensales con una decoración sobria, donde quizás desentone un poco el verde pastel del fondo.







Los artistas nos ofrecen tres posibilidades: carta, como mandan los cánones, menú para grupos y menú degustación. En esta ocasión nos decantamos por el menú para grupos, comenzando por los tres entrantes que componían dicha opción. Como primer entrante, una deliciosa ensaladilla de gambas. Excelente.



 


 

Continuemos con el segundo entrante, que compartimos gustosamente: croquetones con velo de papada ibérica. El rebozado y la fritura de notable. Y lo fundamental, la bechamel, sin grumos, líquida y muy ligera. Bravo. Sin olvidar, la papada ibérica exterior, que nos permitía ser partícipes del efecto espejo. Relleno por dentro y sorpresa externa.






 

Momento del tercer entrante. Unas suculentas zamburiñas. Cuando la materia prima es de primerísima calidad, como fue el caso, sobran las palabras. Excelente y un preámbulo perfecto para hincar el diente a los platos principales.







 

Dos platos principales, antes de llegar al momento más dulce de la velada. Por un lado, una más que fresca lubina del Cantábrico con patatas panadera. Todo perfecto. El acompañamiento, la salsa y los ajitos fritos exquisitos. Ejemplo de filosofía de Martxo. Enhorabuena.





La carne tampoco tuvo nada que envidiar al pescado. Lomo bajo de vaca vieja, patatas y pimientos rojos. Chuleta poco hecha, como debe ser, bien troceada, para facilitar el trabajo al comensal, y muy bien acompañada. Cuando hablamos de acompañamientos, en este apartado generalmente hay que mencionar a las patatas fritas. Cumplieron con creces su cometido. Caseras y ricas. Detalles pequeños, pero desde luego que sí que cuentan. Felicidades.


 

 

Y para acabar, pues un postrecito: tarta fluida de queso Idiazabal. En su debe hay que resaltar que, si bien el sabor era exquisito, su presencia en el plato quedó más que viuda. Además del contenido, se debe cuidar el continente. Más tarde, muy gentilmente, el cocinero nos explicó que dicho postre suele ir acompañado con su cóctel, hecho que no sucedió en esta ocasión. Perdonados entonces.





Ya saben, si quieren visitar un lugar donde les atenderán unos jóvenes gastrónomos sobradamente preparados, Martxo les está esperando con las puertas abiertas de par en par.



Última visita: 22/09/23


Web del restaurante
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Rodriguez Arias 71

 48013 Bilbao, Bizkaia

628 24 04 55