lunes, 19 de marzo de 2012

Éxtasis de creatividad

Todo lo que podamos relacionar o asociar con el concepto de innovación lo recoge el fantástico restaurante que mostramos hoy: Nerua. Novedad, originalidad, cambio, invención, perfeccionamiento y mejora son términos que domina a la perfección el brillante Josean Alija, responsable de increíbles pequeñas obras de arte en plato. Obras de arte, que se ubican en el mejor escenario posible, dado que el Nerua se ubica en el tan especial Museo Guggenheim de Bilbao. Total sintonía entre entorno y gastronomía que se ofrece. Un verdadero acierto, sí señor.



Guggenheim

Antes de centrarnos en el tema gastronómico, hay que destacar el recibimiento. Su cocina es nuestra casa, pues es ahí donde el propio Josean Alija y su equipo nos comentan su modo de trabajar y nos demandan cuáles son nuestras inquietudes e impulsos que nos animan para haberles visitado. Objetivo cumplido; han logrado que su cocina sea igual de familiar que el propio salón de cada uno de los clientes. Allí mientras continuamos disertando amigablemente, se nos sirve un caldo con algas y cuyo sabor es espléndido, gracias a las notables técnicas de frío que manejan. Llama la atención sobre todo el movimiento incansable del equipo de Alija ¡¡Más de 15 cocineros se dividen la tarea por secciones: entrantes, platos principales y postres!!


 
 ¡¡Todos a la mesa!! Área minimalista, en la cual el cliente tiene la sensación que se encuentra ante un lienzo blanco dispuesto a ser también protagonista. El festival comenzó con un aperitivo de la casa, tan original, si cabe, como el resto de los platos: torreznos de bacalao. Van a poder comprobar que la innovación y la originalidad es la bandera de esta casa. Todo tiene su porqué y su maduración reflexiva de mucho, mucho pensar. Seguro. Mi más sincera enhorabuena, por tanto, Josean.








Sigamos con las 6 obras de arte que degustamos. Primer regalo para todos los sentidos: parmesano (30 meses) cuajado, lágrimas de trufa, pan crocante y shiso verde. Es tal la conjunción de sabores, que uno se queda sin palabras y trata digerir adecuadamente esta sinfonía del sabor.








¡¡Y el segundo, madre mía!! Además de sorprenderme me ilusionó enormemente, por los recuerdos que me trajo. Uno es asturiano y conoce perfectamente el maravilloso provecho que obtienen con un producto como la cebolla (deben de probar las cebollas rellenas asturianas, si no han tenido todavía el placer de hacerlo) En este caso, el resultado también fue extraordinario; uno tenía la sensación de estar degustando cebollas al pil-pil ¿No les parece original? Por cierto, dicha maravilla era cebolla blanca, fondo de bacalao y pimiento verde.





Momento de los platos principales. En cuanto al pescado, lo que se nos ofreció fue un trocito de mar en la máxima de sus plenitudes ¡¡Aquello era una lubina salvaje que destilaba puro sabor!! La lubina iba acompañada de berros y aceituna negra, que en ningún momento disfrazaban el sabor del pescado, sino que le daban ese toque especial.






Para terminar el espectáculo gastronómico, antes de llegar a los postres, una exquisita ración de carne: presa de cerdo ibérico, zanahorias y emulsión de alcachofas. Un auténtico lujo para los carnívoros, de veras. Original, sobre todo, en cuanto al producto. Propuesta diferente al habitual solomillo, chuleta, cochinillo, cordero, entrecot, magret y confit de pato... Merece la pena.






En el apartado de los postres es donde Alija explota todas sus cualidades sin rubor alguno. Con los productos más dulces da rienda a su infinita imaginación y lo que se presenta son auténticas joyas para la vista, y evidentemente, para el gusto. Como muestra un botón: calabaza con bergamota, galleta de "Enkir" y helado de cerveza. Productos a priori simples, con un resultado inigualable. Más; chocolate puro, arena picante de mazapán. Ideal para los más golosos de la casa.







Finalmente, para este maravilloso final un digno epílogo. Con el café, delicioso dicho sea de paso, cortesía de la casa se nos ofreció una especie de mousse de té con bergamota, ideal para una buena digestión.












En definitiva, la recientemente concedida estrella Michelín es un merecidísimo reconocimiento al innovador y original trabajo magníficamente realizado. Felicidades, Josean. Ya saben, si consideran que la gastronomía es una ecuación con infinitas soluciones, Nerua es su pizarra ideal.






Última visita: 16/03/12
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Av. Abandoibarra
48001 Bilbao. Vizcaya

944 000 430

Guggenheim
Guggenheim

4 comentarios:

  1. Hola L'Entregu! Leo tus notas sobre sitios estupendos, incluso he estado en alguno de ellos y tengo que decir que Casa Gerardo me dejó un recuerdo maravilloso (me gustaría volver). Hace unos dias estuve en el Restaurante Iraeta, en el barrio Iraeta de Zestoa, muy cerca de Zumaia: comí una merluza con almejas que es muy difícil de superar: su calidad (de Getaria) impresionante; estaba en un punto perfecto, poco hecha sin estar cruda y la salsa inigualable. También picamos un revuelto de hongos, con huevos de la casa, de los mejores. Es un sitio sencillo, sin tonterías... Si vienes de excursión por la zona, no te lo pierdas. No probarás mejor merluza nunca, porque a veces los sitios sencillos superan con mucho a los renombrados...

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    1. Palabras sabias las tuyas, Cocinillas. La calidad para nada está reñida, en absoluto, con la sencillez. Desde luego que me lo anoto. Un saludo.

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  2. un restaurante muy recomendable pese al minimalismo exacerbado del local (probablemente reflejo del museo) que da un caracter frio y poco acogedor en contraste a la entrada...

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    1. Es verdad. Es un local al que quizás le falte algo de calor.

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