jueves, 26 de septiembre de 2013

Seducción gastronómica

Seguimos gozando de la espectacular gastronomía de las Rías Baixas, queridos lectores. Y hoy visitamos una villa costera, preciosa donde las haya, concretamente, Cambados. Allí nos espera una auténtica joya: Yayo Daporta. Chico inquieto donde los haya este, y con una arraigada tradición culinaria a sus espaldas, (trabajó incluso en mi adorada Casa Solla) antes de llegar a lo más alto. Ya posee una estrella Michelín, y bien merecida, sin lugar a dudas. Todo ello a base de una cocina gallega actualizada, innovadora, creativa y un tanto arriesgada, pero que jamás olvida el producto local, obteniendo un resultado sensacional.






Hablemos un poco del local, porque merece la pena. Se encuentra en el centro histórico de Cambados en la 1ª planta de una casona, que en el siglo XVIII funcionó como Hospital Real. En contraste con sus fachadas antiguas de piedra, presenta un interior actual, moderno, elegante y realmente atractivo. En dicho interior no vamos a encontrar más que seis-siete mesas, con el fin de lograr una atención personalizada de todos los comensales, objetivo que lo cumple sobradamente. Y antes de centrarnos en el menú, destacar la bodega; en una esquina del comedor un pequeño habitáculo con paredes y puerta de cristal es usado como bodega. El restaurante no tiene carta de vinos. Es el propio cliente el que acude a la bodega y elige el vino que desea. Gran idea, por lo original, curiosa y placentera que resulta.








¿Qué ofrece Yayo Daporta? Hay tanto... Carta y varios menús (degustación, estrella y gran menú 5º aniversario). Nosotros, una vez más, y para no variar, nos decantamos por el menú degustación. Y la magia comenzó con un cóctel de albariño en dos temperaturas. Espuma fría ligera. En mi opinión, la receta ideal, además de para combatir el calor, propio de la época,  producto idóneo para poner alerta y a disposición nuestras papilas gustativas, dado que el festival gastronómico que se nos aproximaba, así lo requería.








El primer plato me lleva a plantearme una pregunta; ¿tiene la imaginación gastronómica límite alguno? Y yo mismo me respondo: no. Y ustedes lo pueden comprobar en esta verdadera obra de arte que se nos presentó: dúo de terrina de foie-gras, con queso de Arzúa y calabaza caramelizada y con raviolis de membrillo relleno de yogurt. Maravilloso. Nada que decir. Simplemente, abrir la boca, tanto para degustar dicho manjar, como para mostrar mi más sincera admiración.








Pero aún nos queda muchísima magia: crema fría de puerros con breva rellena de tartar de atún ¿Qué les parece? De nuevo un plato perfectamente escogido para los típicos calores veraniegos. Ejemplo claro de como Yayo Daporta se adecua perfectamente a la temporada y al producto. Frescura de plato y con mención especial al contraste dulce-salado. Excelente truco sacado de la chistera ¡¡Sí, señor!!








Continuemos. Llega el momento de los productos gallegos: empanada abierta de maíz con xoubas. Alabanza a la tierra, pero siempre con su toque de originalidad. Empanada delicadísima, que hacía las funciones de soporte a la xouba, la cual no es otra cosa, que la sardina pequeña. Sin embargo, un producto de primerísima calidad unido a una empanada, a la altura de la mejor repostería francesa, convierten un plato simple, a priori, en un lujo inesperado. Una nueva victoria para los comensales y van...





Llega otro momento inolvidable; el pescado con toda su compañía escogida con maestría: merluza de bajura al vapor, gelatina de moluscos, almejas y alga wakame. Merluza tal cual, en su máxima plenitud, sin reducir su sabor en ningún momento. Eso sí, el acompañamiento en acertadísimo segundo plano, con un leve guiño a la cocina japonesa. Un diez.










Y para terminar, la carne: lomo de cerdo ibérico asado con parrillada de verduras. Manjar entre manjares. Textura y punto de la carne exquisitos. Y si a ello sumamos unas verduras de temporada asadas con maestría, pues ya tienen un plato más para su recetario inolvidable.









Por último, dulces celestiales. Otra vez, fresco e ideal y apropiado para facilitar nuestra digestión: sopa de chocolate blanco con helado de frutos rojos y galleta de sésamo. Tan vistoso como sabroso; galleta para enmarcar entre las joyas gastronómicas y un helado capaz de superar a los mejores helados artesanos italianos. En mi opinión, postre que no puede decepcionar a nadie; ni siquiera, a los más escépticos en lo que concierne a dicho apartado gastronómico.








Y cuando todo parecía llegar a su fin... ¡¡Más golosinas gastronómicas!! Brochetas de melón y piña, trufas y dulces varios ¡¡Qué manera tan estupenda de poder degustar el magnífico café que se nos ofreció!! Aprovechando el apartado en el cual nos hallamos, hay que señalar que fue la mejor guinda posible al apetitoso pastel que se nos ofreció en una jornada, que resulto especialmente maravillosa.














Delicadeza, magia, seducción, encanto, riesgo, valentía, innovación, modernidad. Todo eso, y mucho más, es Yayo Daporta.



Última visita: 24/08/13

Rúa Hospital, 7
CAMBADOS 36630
Pontevedra


986 526062

1 comentario:

  1. todo un privilegio disfrutar de semejante degustación..y que decir del comensal y del autor!! un 10 a todo!

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