miércoles, 16 de julio de 2014

¿Juego gastronómico?

¿Nos vamos a un bar-salón de juegos-club social a probar suerte o nos vamos a probar suerte en el apasionante mundo de la gastronomía? No, evidentemente, continuamos comiendo y bien, además, pero el nombre del lugar nos puede llevar a equívoco: Casino. Por supuesto, los orígenes marcan y jamás se olvidan, hecho que también se ha producido en este caso, pero el presente manda y nos indica con claridad que ahora su objetivo es ser un referente gastronómico, convirtiéndose el nombre en una mera anécdota del pasado.






Lo más importante, aparte de su gastronomía es, sin duda, su ubicación y su entorno. Se ubica en la bella villa marinera vizcaína de Mundaka en un lugar privilegiado, dado que se puede divisar tanto el comienzo de la ría de Mundaka o la isla de Izaro (sí, sí, la famosa de las películas ¿No les suena Izaro Films?). Y para comer, mucha variedad; no obstante, su seña de identidad, habida cuenta de su emplazamiento geográfico, es el pescado a la plancha. Y todo al amparo de la majestuosa cocina tradicional vasca.







Por tanto, como ya se pueden imaginar, la comida fue tradicional, pero si la materia prima es de calidad, no tiene nada que desmerecer a la cocina más moderna y vanguardista. El inicio, de esta manera, con productos obtenidos casi casi bajo el restaurante: ensalada de ventresca con pimientos rojos. Producto fresco y de primera, con lo que sobran las palabras.





Continuemos. En este caso el siguiente entrante no fue de la tierra, pero el restaurante Casino bien que supo donde abastecerse para obtener dicho producto, puesto que su sabor era inolvidable. Estamos hablando de un gran plato de jamón de jabugo. Y mención especial, igualmente, al dominio en el corte, que en muchos casos pueden llevar al garete un buen jamón...






Otro entrante más: anchoas del Cantábrico en aceite. ¡¡Qué digo del Cantábrico!! ¡¡Del mismo mar de Mundaka!! Y, claro, luego todo esto se nota cuando llega al plato. Unas anchoas exquisitas, enteras, no golpeadas, extremadamente sabrosas... ¿Qué más quieren?






Y, por fin, el último entrante: croquetas de jamón. Estamos tan acostumbrados a degustar este entremés, que en multitud de casos no valoramos el trabajo que requiere, y lo que es peor, damos la misma importancia a una mala croqueta que a una buena. Revindiquemos, por tanto, la buena croqueta, que por cierto, fue nuestro caso.





Llega el momento de los platos principales. Lugar tradicional, oferta tradicional: primero, pescado y a continuación, carne. Como pescado, nuestra reina de los mares (mar mundaqués en este caso): merluza a la romana. Bien, pero sin florituras. Un servidor esperaba algo más. Un poco seca, quizás, todo sea dicho, era un día de gran alboroto en el restaurante. Existe atenuante, por tanto.





En el apartado de carnes, otro clásico "resuelve papeletas": entrecot con patatas fritas y pimientos rojos. También sin estridencias; una carne, posiblemente demasiado hecha, pero no debemos olvidar cuál es su especialidad, y eso, amigos, se nota.






Por último, un clásico-clásico donde los haya: tarta. Genérica, porque no sabría definirla; una especie de tarta al whisky sin el añadido de dicho licor. En realidad, no fue de muy gusto. Muy vulgar, mazacota y empalagosa.






En definitiva, vistas espectaculares y buenos productos tradicionales, sobre todo, pescado, lo que, sin duda, no es poco.




Última visita: 05/07/14
Web del restaurante (no disponible)


Kepa Deunaren kalea, 1
Mundaka, Bizkaia 48360



946 876 005

No hay comentarios:

Publicar un comentario