martes, 29 de octubre de 2024

Y también en el centro de Bilbao triunfa la merluza

Pues sí, queridos lectores, como bien nos anticipa la entradilla, en esta ocasión visitamos un viejo conocido de todos, el restaurante Cubita, pero esta vez en pleno centro de la honorable villa de Bilbao. Lo bueno debe perdurar y afortunadamente es el caso. El Cubita ha mantenido intacta la calidad, desde hace más de medio siglo, tras consolidarse en el molino de Aixerrota, convirtiéndose en uno de los máximos referentes de la cocina vizcaína ¡¡Quién no ha degustado su ultra famosa media ración de chipirón en su tinta con media de merluza rebozada!! Auténtico placer y jolgorio.




Y qué decir del equipo. Espectacular. Ya tenemos tercera generación (Borja Ramos) que junto a su madre-toda una veterana en estas lides- (Susana Martínez), lideran realmente un proyecto ambicioso y de augurios muy prometedores. Por último, no debemos olvidarnos de la decoración e instalaciones. Un lujo para la vista. Primero la inmensa cristalera llama al transeúnte a que no cavile y entre en el lugar, y una vez dentro, todo es maravilloso: ladrillo caravista, inmensos espejos, los techos, la luminosidad... No nos queda más que agradecer a la consultoría de diseño bilbaína Verno por este trabajo sin parangón. Enhorabuena.










Pasemos ya a lo que nos compete y es más sabroso aún, si cabe. Cubita exige mar, como sus orígenes bien lo atestiguan, de modo que el pescado fue el rey de la jornada. Como entrantes, primero unas exquisitas y fresquísimas anchoas rebozadas. Magnífico.











Como segundo entrante, un gran acompañante: almejas de cuchillo a la sartén. Manjar de los manjares. Se percibe con nitidez que ya son décadas elaborando este tipo de productos. Si a ello le añadimos la calidad del producto, no hay más que hablar, señores. Sobran las palabras.









No abandonamos el mundo marino, pero ahora llegan como actores principales a la mesa la reina de dichos mares, que no es otra que la merluza, la cual será la protagonista hasta los postres. En sus dos variedades que mejor domina Cubita. Media ración de lomos de merluza y media de kokotxas en salsa verde. Arte en el plato. Gracias.









Y para llegar al éxtasis y apogeo, era obvio y no podía faltar el plato que ha sido, es y será su buque insignia: media ración de chipirón en su tinta con media de merluza rebozada. Si uno desea sentir una tranquilidad, paz y armonía gastronómica, sólo será capaz de alcanzarla, una vez haya saboreado este manjar. Dicho queda.
















Asimismo, los dulces fueron de nota. Para empezar, un más que dulce milhojas con helado de vainilla. Hojaldre, crema y nata, de nota. Nada que objetar.













Y para terminar, lo que para un servidor es el postre que no tiene rival, siempre que se elabore con un nivel de calidad riguroso y mínimamente exigible, como fue el caso: coulant de chocolate acompañado de helado de vainilla. Cumplió sobradamente las expectativas, y eso que mi grado de exigencia con dicho dulce no es en absoluto baladí.







Y todo acaba como empezó. Si desean saborear una excelente fusión entre la merluza y el chipirón, hay un lugar muy muy especial, y ese es... Cubita.





Última visita: 29/08/24


Web del restaurante
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Colón de Larreátegui K., 37, Abando 

48009 Bilbo, Bizkaia

944 392 600


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