martes, 28 de enero de 2025

Evolución a partir de la clásica cocina canaria

Sin olvidar las Islas Afortunadas, y en concreto la alegre y bulliciosa Tenerife, en el día de hoy visitamos el restaurante El Lajar de Bello, ubicado en Arona al sur de la localidad citada anteriormente. Como director de orquesta tenemos el honor de presentarles a uno de los más grandes de la gastronomía canaria, que no es otro que el premiado en multitud de ocasiones, Alejandro Bello. Premios realmente merecidos, tras una dilatada carrera en el duro y controvertido mundo de la cocina, que me consta que sin la ayuda infinita de su madre, no hubiera podido obtenerlos.






Alejandro ha optado por una oferta culinaria sin estridencias, pero de absoluta calidad. Cocina canaria clásica con toques de innovación, donde en todo el foco es el propio producto, gracias a lo que proporcionan los mejores productores de la zona. En línea con la importancia del producto, habría que destacar la decoración del local. Un salón amplio y confortable, con una separación idónea entre mesas, y de las cuales, desde muchas de ellas, se pueden distinguir los movimientos del personal, lo cual es muy de agradecer.










Comencemos con el festín. Dos entrantes como inicio gastronómico. Dos mejor que uno, siempre. Por un lado, burrata de Gran Canaria ahumada y compota de tomates asados. Increíble. Tal sabor no lo he llegado a disfrutar ni en los mejores lugares italianos. Corolario: destino Canarias=destino burrata. Bravo.










El segundo entrante tampoco le fue a la zaga: croquetas de tomate y queso de cabra. Uno de los platos símbolo de Alejandro. Además, se presentan de una forma muy simpática. Dentro de una matrioska nos encontramos dicho manjar, permitiéndoles un tiempo mínimo para que con su último toque ahumado tengamos en la mesa unas croquetas realmente especiales y exquisitas.














Platos principales. Un poco de carne y un poco de pescado. En lo que se refiere al primer apartado, un clásico que siempre regresa a nuestras cocinas: solomillo acompañado con crema de calabaza y castaña. Carne en su punto y muy bien maridada. En definitiva, plato ligero y atractivo. Enhorabuena.










Del mar, algo muy original: rejo de pulpo a la brasa con roto de papas antiguas, mojo artesanal y nuestro vinagre macho. Para empezar, les explico que es el rejo, algo que también un servidor desconocía. Se trata del tentáculo del calamar, similar a la pata del pulpo, podríamos decir. Todo producto cercano y de calidad. Filosofía "bello" al poder. 













Por último, en los postres se demuestra el virtuosismo del chef. Mucho dulce a escoger y de gran nivel. Para comenzar, la recomendadísima sopa de chocolate blanco y coco con cristal de maracuyá. Refresco al paladar con la sinfonía frutal. Exquisito.













Más clásicos para terminar: la tarta cremosa de quesos. Otra forma de degustar el amplio abanico de quesos canarios. En vez de degustar la tradicional tabla de quesos en su forma original, qué mejor que crear una crema con todos ellos.








La auténtica cocina canaria con sello propio. Eso es El Lajar de Bello.


Última visita: 30/12/24


Web del restaurante
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C. Landa Golf, 1 
38650 Playa de la Américas, Santa Cruz de Tenerife


(+34) 922 777 818

viernes, 24 de enero de 2025

¡Eureka! ¡Un hotel que funciona gastronómicamente!

Pues sí, como acaban de leer queridos lectores, un hotel precioso en el cual uno puede disfrutar del acogedor espacio como de sus viandas excelentes. Excepción que confirma la regla, que por otra parte, bienvenida sea. ¿Y dónde encontramos dicha maravilla? Pues en las islas afortunadas, y concretamente en la isla de Tenerife en Playa de las Américas en el hotel Las Madrigueras. Más no se puede pedir. Cocina de autor en un lugar que no tiene parangón, que es el Bogey.





Autor, que no es otro, que Jesús González, denominado El Duende, por el halo mágico que dejó al liderar el restaurante con dicho nombre. Fue y sigue siendo un referente en lo que se refiere a la cocina canaria y con tintes creativos. Creatividad en un espacio donde impera una cuidadosa decoración de estilo colonial. Inmerso en un paisaje de belleza sin fin, tenemos el placer de poder degustar platos típicos tradicionales, pero siempre con algún toque innovador. Bravo.












Comienzo, una vez más, cortesía de la casa. Una magnífica crema fría de papaya acompañada de verduras aromáticas. Refrescante y un auténtico gozo para el paladar. Enhorabuena.










Ahora, ya sí, llega el momento para los dos entrantes. El primero de ellos fue, nada más y nada menos, huevo escalfado en cocotte, foie gras y crema de tartufo. El huevo y la trufa se adoran y si quieren. Son un conjunto mágico y se a ello añadimos que el huevo se elaboró a fuego lento en una cocotte, que por si no lo saben, se trata de una cazuela de hierro fundido, miel sobre hojuelas.









El segundo entrante tampoco le fue a la zaga en absoluto: Vieiras asadas sobre espárragos trigueros y salsa holandesa de naranja. Pues si anteriormente hablábamos de matrimonios bien avenidos, qué les puedo decir de la vieira y de los espárragos trigueros. Unidos hasta la muerte. En definitiva, muy buena materia prima y exquisitamente elaborada, pero sin caer en preciosismos. Bravo.















Los platos principales fueron ambos dos a base de pescado. El entorno sugiere y obliga. Por un lado, lenguado a la plancha con limón, perejil y patatas cocidas. Una vez más, elaboración en la que no se trata de enmascarar, en ningún momento, el sabor del producto con aderezos artificiales, y eso, hoy en día, merece ya un aplauso.













Y, por otro lado, rodaballo a la plancha, verduras salteadas, papas arrugadas y mojos canarios. Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que este plato reunía el kit completo. No sólo degustamos un sabroso pescado, sino que tuvimos la oportunidad de combinarlo con la bandera gastronómica de Canarias. Felicitaciones.












Para acabar, un pequeño rinconcito para el dulce sí que quedó. Hueco que se rellenó con un más que prometedor bizcocho de chocolate con mousse de lima y crema de mango. Diríamos que no superó la promesa y creó cierta decepción. No todo podía ser noche de vino y rosas.








Maravilloso entorno con la gastronomía tradicional canaria con toques innovadores. Eso es Bogey.



Última visita: 29/12/24


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Golf Las Américas
38660 Playa de las Américas
Tenerife, Islas Canarias, España
(+34) 922 777 818

"Belle époque" gastronómico

En el día de hoy nos acercamos a la preciosa villa costera de Sant Feliu de Guixols en la provincia de Girona para visitar un lugar bello donde los haya, como es el caso del restaurante Villa Más. Su ubicación es perfecta, puesto que se halla en primera línea de la playa de Sant Pol. El local tiene un encanto realmente especial con su poder enigmático que nos hace trasladarnos a siglos pasados, gracias a una decoración enteramente "belle époque". Arquitectura totalmente modernista que ya por ello merece una visita obligatoriamente.






Este auténtico lujo sin parangón lo lidera el más que cualificado chef Carlos Orta. No sólo chef, sino un mago y amante del vino. Su filosofía es básicamente el producto de calidad, que se refleja directamente en todos y cada uno de sus platos. Volviendo al tema puramente de la estética del local, destaca la importancia de la terraza y sus vistas. Quizás, el espacio entre las mesas no es el deseable, lo que se corrige ampliamente con la bonita cubertería y vajilla que adornan las distintas mesas.












Llegamos ya al momento de gastronomía al poder. A un lugar que se precie y que lo dignifique siempre le tienen que acompañar detalles que le hagan estar por encima de la media del resto de restaurantes. Sirva de ejemplo el aperitivo de cortesía que se nos ofreció. Un refrescante gazpacho, con verduras de la huerta, que bien comandan todo el equipo de Carlos.












Como entrante principal, un plato que jamás va a provocar discusión alguna entre los comensales: croquetas de jamón ibérico Sierra Mayor. El relleno de mayores lujos, como bien indica su nombre, al igual que el soporte principal de la propia croqueta, que no es otro que la bechamel. Cremosidad de libro. Bravo.















Y el plato principal, el sospechoso habitual de la zona. No deben realizar muchas cábalas para descubrir de qué manjar se trataba: arroz negro con gambas de Palamós. El matrimonio gastronómico perfecto. Indisoluble y para toda la vida. Seguro.














Tras esta danza de exquisiteces, qué mejor colofón y guinda, que dos postres a la altura de toda la jornada culinaria vespertina. Por un lado, crema catalana con frutas de temporada y helado de café. Dulce escogido con cabeza. De tierras catalanas uno no puede marchar sin saborear su postre fetiche. Lo hicimos y vaya que acertamos plenamente.




















Y por otro lado, bombones de pasta filo rellenos de vainilla. Un servidor, que es un enamorado de dicho tipo de pasta, debe confesar que lo allí ofrecido superó con creces las expectativas generadas previamente. En definitiva, dos manjares servidos en el mismo lapso de tiempo. Mi más sincera enhorabuena.









Villa Más. Producto de altísima calidad con aroma del siglo XIX.



Última visita: 03/09/24


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Passeig de Sant Pol 95
17220 Sant Feliu de Guíxols - Girona
+34 972 822 526