lunes, 28 de septiembre de 2015

Local multifuncional

Llegando la época veraniega a su fin, qué mejor lugar para pegarse un homenaje gastronómico que la villa de Zarautz en Gipuzkoa. En lugares tan bellos y volcados al mar el poder degustar unos buenos platos es, si cabe, un mayor privilegio. Y en esta ocasión acudimos a la Cafetería Euromar, lugar en el cual se ofrecen varias alternativas, pues bien saben que una de las claves del éxito es la diversificación. Para empezar existen dos posibles lugares en los que comer; bien en el interior, donde un comedor remodelado y estiloso cubrirá las exigencias de los comensales amantes de la bella arquitectura. O bien, en el exterior, donde si la climatología y la temperatura acompañan es la mejor elección. Tranquilidad, relax y música ambiental excepcional.






Y como les decíamos, las posibilidades son muy diversas. Además de ofrecer una carta, menús y suculentas raciones, Euromar nos propone algo más. Son embajadores de una espectacular hamburguesa de Kobe; acaban de introducir el brunch, una especie de desayuno-comida. Son los reyes del Gin-Tonic, gracias a su máquina de hielo "Artioube". Y finalmente, tienen una zona de discoteca, en la cual se pueden saborear distintas tapas en fiestas personalizadas. Todo ello unido a un personal competente, encantador y más que agradable, con lo que el éxito está más que asegurado, equipo del que está al frente una mujer que ha nacido para la hostelería, como así lo demuestra en su buen hacer día tras día: Mari Luz Osa.







Y ahora sí, el momento culinario. Entre los primeros platos buenas sorpresas, si bien se trataban de platos clásicos. Sirva como ejemplo la ensalada de pimientos rojos del país con huevo cocido, patata y atún. Sencilla, pero al mismo tiempo, deliciosa. Plato con el cual uno se puede lucir en su hogar, sin caer en ningún tipo de complicación.





Más platos sencillos, pero exquisitos. Vainas con taquitos de jamón. El truco estaba en que a la judía verde se le había realizado un doble corte, con lo que la posibilidad de hallar algún tipo de hebra era inexistente. Es más, a uno le quedaba la sensación de que estaba degustando una especie de habitas frescas en lugar de vainas, dada la limpia fritura y el mencionado corte.





Por último, entre los primeros platos, la joya de la corona: pochas con almejas. Como bien saben ustedes, se trata de una variedad de alubia blanca  que sólo está disponible en los meses de verano, con lo cual hay que aprovechar la coyuntura, y uno que es un enamorado de dicha legumbre, cayó rendido a sus encantos. Magnífica calidad de la alubia y magnífica elaboración. Felicidades.




Llegan los segundos platos. Para empezar un clásico que difícilmente suele darnos disgustos: pollo de caserío con patatas y su jugo. El pollo y las patatas bien; lástima que el jugo con el que se había horneado el pollo resultara un tanto fuerte y escondiera las propiedades del ave. La próxima, ya lo saben, dejen el jugo en el vasito, y no hagan uso de él.




Más platos clásicos, de temporada y de la zona: bonito en salsa de tomate con pimientos verdes de Gernika.   El bonito bien: sabroso y en su punto. Quizás la salsa de tomate desmerecía un poco con la calidad del bonito. Finalmente los pimientos de Gernika, como siempre, exquisitos.





Por último, tuvimos fuerza de disfrutar de una chuleta de ternera con patatas y pimientos rojos. Sorprende, no la calidad del producto, que es algo inherente a un lugar como Euromar, sino lo sabrosa y jugosa que quedó la carne, sabiendo que su elaboración no se produce en una parrilla. Mérito enorme. Mi más sincera enhorabuena.





En cuanto a los postres, 2 postres nos parecieron más que suficientes, para finalizar nuestro almuerzo. Por un lado, un refrescante helado de fresa acompañado de una teja de Tolosa, la cual estaba un tanto reblandecida  bien por el efecto del helado, o bien por su fecha de caducidad. Me inclino que será el primer motivo, dado que en Euromar se cuidan todos y cada uno de los detalles.






Y como último postre, un clásico donde los haya: cuajada casera. Buena ración y exquisita preparación. Todo a raíz de una leche de caserío de primera calidad, que permite que el resultado sea más que satisfactorio.






En la bella Zarautz les espera un lugar que les ofrece un millón de posibilidades, y ese no es otro que la Cafetería Euromar.


Última visita: 26/09/15

Nafarroa Kalea, 37
20800 Zarautz
Gipuzkoa

943 13 10 20



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