jueves, 15 de septiembre de 2016

Un bocado del Mediterráneo

Auténtica maravilla la que les voy a presentar hoy. Primero, el pueblecito en el que se encuentra es todo él un lugar mágico: Es Migjorn Gran. Se trata de una pequeña población situada al sur de Menorca, que conserva la arquitectura tradicional de limpísimas y más que cuidadas casitas blancas. El restaurante, llamado Ca Na Pilar, no rompe con la arquitectura y es realmente especial, puesto que está situado en una de las casas más antiguas del municipio, donde destaca su precioso y tranquilo patio interior.







Al mando de todo, otro lujo: el chef Víctor Lidón, el cual después de un largo recorrido y pasar por los fogones de Xavier Pellicer en el Restaurante Àbac de Barcelona (2 estrellas Michelin) decidió viajar hasta Londres, donde trabajó en el restaurante Zafferano (1 estrella Michelin), para regresar un año más tarde a Cataluña, lugar en el que se incorporó al equipo del tristemente desaparecido Santi Santamaría, en el Racó de Can Fabes (3 estrellas Michelin), y acabando como jefe de cocina hasta su cierre. Con esta trayectoria las expectativas eran muy altas, pero afortunadamente se cumplieron sobradamente.












En los aperitivos, cortesía de la casa, Víctor dio el do de pecho; dio muestras de su dominio en el ámbito de la cocina innovadora y cuidada al detalle. El primero de los aperitivos fue un curioso gresini con crema de queso y olivas. Una especie de flautitas de pan que se ofrecen en los restaurantes italianos, pero con el toque personal de Víctor. Interesante propuesta.










El segundo de los aperitivos fue más impactante, si cabe: espuma de queso y sobrasada. Muy muy especial y exageradamente refrescante. En este plato dio muestras de otra de sus características principales de su cocina: la apuesta por el producto de temporada y local. Bravo.







El entrante fue majestuoso. Espectacular, delicado y atractivo a los sentidos. Vegetales Ca Na Pilar. Patata "macaria", sardina ahumada y huevo rojo. Ejemplo claro de productos de la tierra ofrecidos en modo I+D+i gastronómico. Víctor en pura esencia.






Entre los platos principales, dos pescados, a sabiendas de la zona en la que nos encontramos. Por un lado, el pescado del día, que se trataba de un pescado de roca bien sabroso. Mis dudas son si era pagre (pescado difícil de encontrar, salvo en esta zona). Lo que sí que tengo claro es que era a la bullabesa, una muy finísima y digestiva crema.






Y por otro lado, el rey de la noche: un espléndido atún, acompañado de una papada de cerdo, mahonesa de wasabi y aire de lima. Sin lugar a dudas, a la altura de los mejores tatakis de atún japoneses. Inolvidable.







El momento de los postres también fue muy emotivo gastronómicamente hablando. La clásica, pero siempre efectiva tarta tatin para empezar, maridada de forma soberbia con un helado de manzana. Tengo que señalar que quien les escribe no es un gran amante de este postre, pero me sorprendió gratamente. Notable.





Y para acabar la velada, un sufflé de chocolate "Anthony Audebaud" y helado de vainilla bourbon. En este caso me pasó al revés que con la tarta tatin, puesto que si bien la tarta me entusiasmó, el sufflé estuvo por debajo de lo esperado. Lástima.





Si visitan Ca Na Pilar, les aseguro que saborearán la mejor cocina menorquina.



Última visita: 27/08/16

Web del restaurante (no disponible)



Av. de la Mar, 1, 
07749 Es Migjorn Gran, Menorca


971 37 02 12

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